Con solo 21 años, el golfista tejano Jordan Spieth (27/07/1993), reciente ganador del Masters de Augusta y flamante vencedor del Abierto de Estados Unidos, sigue fraguando su propia leyenda.

Considerado el nuevo mesías del golf y más que probable sucesor de Tiger Woods, el tejano confirma una nueva era tras su victoria en el US Open, con la que ha igualado varios de los récords, precisamente, de Woods. Antes, hizo lo propio en Augusta. Dos hitos que con los que se ha convertido en el sexto golfista de la historia que gana los dos primeros grandes en el mismo año y el segundo jugador más joven que ha ganado un US Open, desde la victoria de Bobby Jones, fundador del Masters de Augusta, en 1923.

Spieth, que ha pasado de promesa a realidad, ya se encuentra en el segundo puesto del ránking mundial y aspira a conquistar este año el 'Grand Slam', los cuatro grandes de la temporada —Augusta, EE UU, Open británico y Campeonato de la PGA—, una hazaña solo lograda por Bobby Jones hace nada menos que 85 años. Solo tiene por delante al norirlandés Rory McIlroy, que le lleva cuatro años y tres grandes de diferencia al joven tejano. "Es mucho más maduro de lo que yo era cuando tenía 21 años, un golfista impresionante y una gran persona", dice de Spith el 'número 1' mundial.

Su círculo define a Spieth como un chaval con aplomo, disciplina y madurez. De hecho, y aunque acumula también un impresionante palmarés como aficionado, a diferencia de los hitos Tiger Woods y Rory McIlroy, Jordan siguió la ruta de los estudios, que no abandonó hasta hace dos años para dedicarse por entero al golf.

Criado en una familia acomodada y de deportistas (su padre jugó al béisbol y su madre al baloncesto), Jordan, desde el respeto y sin las estridencias propias de un deporte de élite como el golf, se ha propuesto ser el número 1 mundial (solo le separan 1,72 puntos de Rory). Y tiene claro cómo conseguirlo. Paso a paso, estableciendo metas y con mucho trabajo.

Spieth cuenta con una sangre fría y una estrategia —"el golf es un deporte mental", dice—, inusual para un chaval de su edad sometido a gran presión. Una forma de ser que hay que buscarla en su entorno.

Quizá lo que verdaderamente ha marcado a Spieth es su relación con su hermana, Ellie, de 14 años, que nació con un desorden neurológico que la convierte a veces en autista. Una circunstancia que le ha hecho ser algo así como el cabeza de familia. Ellie es la fan número uno de Jordan, y ella es la debilidad del golfista, que juega por y para ella. "Es lo mejor que le ha ocurrido a mi familia, y, gracias a ella, ahora puedo competir con los mejores y ganar torneos", cuenta el deportista de su hermana. Jordan posee, además, la fundación Jordan Spieth Charity Fund, con la que ayuda a jóvenes con necesidades especiales, a familias de militares y al golf júnior.

Seguidor de los Rangers de Texas y de los deportes de referencia en Estados Unidos como el béisbol, el baloncesto y el fútbol americano, al joven se lo rifan las grandes marcas y los grandes contratos. Entre ellas, Rolex, AT&T y Under Armour. Y su carrera no ha hecho más que despegar...

Los expertos en este deporte destacan del americano que no es el extraordinariamente brillante en nada concreto, pero sí es tremendamente fuerte en su grado de madurez, de tranquilidad y de estratégica.

Para al golfista Álvaro Quirós, Spieth "es diferente al resto". "Es un golfista muy bueno, diferente al resto", comenta el gaditano a 20minutos. Para Quirós, su secreto está en que "piensa y juega muy bien". Pero su verdadero potencial radica en su putter. "En ese aspecto está muy por encima de los demás".

Por todo, Jordan "está en el camino de marcar una era" en el golf, aunque aún es pronto para decir que lo está haciendo. "Es difícil decir eso ahora, porque aún tiene que hacer más cosas. No consiste en ganar dos majors, que ya es meritorio, también se trata de aportar algo grande al golf", comenta Quirós.

Pablo Larrazabal destaca "el juego corto" de Spieth. El catalán cree que ese es su mayor arma, algo que le otorga "mucha tranquilidad". También opina que Jordan "no es espectacular en nada, pero, sin embargo, es muy sólido en todo".

Larrazabal cree que estamos ante "una nueva era de los jóvenes", encarnada, en este caso, en Spieth y en McIlroy. "No le tienen miedo a nada, ni siquiera a las leyendas como Woods, a los que empezaron a perder el miedo".