"Mi situación no ha cambiado mucho de ayer a hoy e intento ser positivo con respecto a todo lo que ha ocurrido (…), ahora estoy más tranquilo y sé a lo que me atengo, por lo menos hasta final de temporada", declaró un sosegado Carlos Jiménez.

El club, por boca de su responsable de prensa, informó de que a las 23.45 horas de ayer recibió la última oferta del Real Madrid: 1,5 millones de euros, que el Consejo de Administración de Estudiantes, reunido en esos momentos, "ni siquiera tomó en consideración".

Con tranquilidad

El estado de ánimo del jugador, que se retrasó en su comparecencia debido a un golpe que recibió al final del entrenamiento, era aparentemente normal.

El Estudiantes intentó una última jugada al enviar una carta a la ACB en la que tasaba la libertad del jugador en 2,6 millones de euros y en la que daba un plazo hasta las 12.00 horas de hoy para que se hiciera efectiva.

Con resignación

El alero internacional y capitán de la selección española, ya con todos los plazos agotados reflejó, no obstante, un trasfondo de amargor.

Hasta final de temporada el destino de Carlos Jiménez está en Estudiantes, pero la pregunta obligada era qué pasará entonces.

Culebrón veraniego a la vista

"No sé lo que pasará en verano, me lo pensaré (...), no sé si vale la pena volver a montar todo este follón. Además, de aquí al verano pueden cambiar mucho las cosas", indicó.

El jugador lo último que perdió fue la esperanza y se mantuvo optimista hasta el final. "Siempre creí que si todos actuábamos de forma razonable, todos podríamos haber salido beneficiados, pero cada uno ha tirado tanto de la cuerda que ha sido imposible llegar a un acuerdo", subrayó.