Lucille Mirasierra, indignada tras la sentencia de tres años y medio de prisión para su hermano, Santos Mirasierra, a consecuencia de los incidentes ocurridos antes del Atlético-Marsella en el Calderón, reconoció en Radio Marca que siete de los nueve testigos que presentó el hincha del Olympique de Marsella eran aficionados españoles del Sevilla, del Rayo Vallecano y del Deportivo de La Coruña.

"Son ultras de clubs de España que estaban alrededor de mi hermano cuando pasó todo eso. Sé que había de La Coruña, del Sevilla, del Rayo Vallecano...", aseguró en la entrevista.

Lucille, que tras hacerse pública la sanción apuntó que "los únicos responsables de que ocurra algo en el partido de vuelta no serán ni mi hermano ni los aficionados, sino la justicia española y el gobierno español", se dejó llevar por la cólera y manifestó que "Santos tenía que haber matado a un policía, y así al menos la sanción le hubiera caído por algo".

Diouf, estupefacto; Santos, hundido

Las reacciones a la sentencia no tardaron en aparecer. El presidente del Olympique de Marsella, Pape Diouf, se mostró "estupefacto" por la condena en España a tres años y medio de cárcel a un aficionado de su equipo por los incidentes ocurridos el 1 de octubre en el estadio Vicente Calderón y aseguró que no creía posible "una injusticia así en una capital europea como Madrid".

"No pensaba que una injusticia como esta fuera posible en una capital europea como Madrid. Es insoportable y aterrador", aseguró el mandatario marsellés en un mensaje trasmitido a través de su web tras la condena a Santos Mirasierra.

"Me han hundido", le dijo, por su parte, el propio Santos Mirasierra a su abogado al conocer el veredicto. El letrado, Erlanzt Ibarrondo, explicó al diario AS que "pese a todo, Santos confía en el recurso que presentaré el martes". Poco después, Gilbert Collard, el asesor legal contratado por la familia de Santos Mirasierra, anunció que pedirán "la mediación del presidente Sarkozy".

Sólo admite los empujones

Además, y según este periódico, la defensa del aficionado galo había estimado "contradicciones" en las declaraciones de los agentes 28.180 y 87.524 de la Policía Nacional, que declararon en su contra. Mirasierra también ha sido condenado a indemnizar a los agentes con 339,12 y 101,74 euros respectivamente.

El primero fue el que recibió el impacto de una silla, cargo que Mirasierra rechazó, y el segundo al que empujó en la grada, acto que asumió, aunque lo justificó en su afán "por ayudar a una mujer que estaba siendo golpeada por los antidisturbios".