A Ronaldo le encantaba jugar a su lado, Pepe lo ha llegado a comparar con Cristiano e incluso los rivales reconocen que el Real Madrid juega mejor con él. Pese a ello, los años pasan y Guti es más conocido por sus salidas de tono que por sus actuaciones con el club de Chamartín.

El último desencuentro de Guti fue con la prensa y tuvo lugar este miércoles, cuando el '14' blanco mandó "a coger amapolas" a quien no se creyera sus lesiones. "¿Me veis que duermo mal o tengo ojeras?", replicó a un periodista, antes de preguntarle si "tenía la conciencia tranquila".

No es la primera vez que el madridista protagoniza una escena como esta ante los medios. En abril de 2009, después de unas semanas en las que se especuló sobre su relación con su entonces entrenador, Juande Ramos, el de Torrejón estalló también en rueda de prensa donde dijo que parecía que había "matado a alguien".

Aquel supuesto desencuentro con Juande, que habría nacido tras varios desplantes del jugador al ser sustituido y negarse a calentar, ha sido la tónica predominante con el resto de técnicos que le han dirigido.

Antes de Juande Ramos, Guti también se las vio con Schuster. El técnico alemán castigó la expulsión del canterano ante el Murcia a falta de ocho minutos dejándole varios partidos en el banquillo. Poco después de indultarle, Guti volvió a ser el centro de las críticas cuando un despiste suyo le costaba un gol a los blancos ante el Betis.

El último capítulo de esta larga historia lo ha protagonizado Pellegrini, que apartó al segundo capitán del Madrid de las convocatorias después de que ambos discutieran el día de la derrota ante el Alcorcón. Más de dos meses después y con una lesión de por medio, Guti volvió ante el Mallorca, descartando lo que por momentos pareció un nuevo caso Riquelme.

Cuestionado en el Bernabéu

Debutó hace 15 años en el Real Madrid, de la mano de Jorge Valdano, pero Guti nunca ha logrado hacerse con un hueco en el once madridista, ni en el corazón de los aficionados. Su juego irregular ha provocado en más de una ocasión las iras del público del Bernabéu (al contrario que los Ultra Sur, que le apoyan fervientemente), que le recibió con pitos y aplausos, a partes iguales, en su retorno a los terrenos de juego.

No obstante, la relación del centrocampista internacional es mucho peor con las aficiones rivales. Criticado duramente por las hinchadas, Guti mantiene un vínculo especialmente tenso con la grada de Riazor, a quienes ya les dedicó una peineta y unos cariñosos besos y con la del Villarreal, a quien tildó de "paletos".

Esta temporada ha vuelto a repetir la peineta, esta vez a la grada del Alcorcón, que le increpó durante el partido de Copa del Rey en el que tuvo lugar la discusión con Pellegrini.