Graves disturbios en un partido de infantiles en Asturias: insultos a la árbitra y agresiones

  • El técnico local, con rotura del tabique nasal, presentó una denuncia ante la policía.
  • El equipo visitante denuncia puñetazos y patadas a un jugador de 13 años y su padre.
Campo de fútbol de césped artificial
Campo de fútbol de césped artificial
Europa Press
Campo de fútbol de césped artificial

Un partido de infantiles en Asturias se saldó con graves disturbios, incluidos insultos a la árbitro y varias agresiones. Los sucesos tuvieron lugar al término del partido entre La Asunción y Estudiantes, de tercera categoría infantil, disputado en La Laboral (Gijón) y que acabó con un resultado de 4-1.

La árbitra del partido fue conducida al vestuario entre insultos, según explica el equipo de La Asunción mediante sus canales en sus redes sociales: "Tras unos minutos en los que parecía haberse recobrado la calma, un aficionado visitante [Estudiantes] intentó entrar en el vestuario de La Asunción, siendo interceptado por los técnicos, llegando a agredir a uno de ellos".

El agredido es el entrenador del equipo local, Javier Gargantel, que tuvo que acudir a urgencias, donde se le diagnosticó "una fractura de tabique nasal". El técnico ha presentado en comisaría una denuncia por agresión.

La versión de la otra parte

El otro equipo también denuncia la agresión sufrida por un jugador de 13 años y su padre. "Ambos presentaron un parte de lesiones”, asegura María Elena Cuende, presidenta del Estudiantes, en declaraciones recogidas por ‘La Nueva España’. “La versión que tengo de los padres y el delegado del equipo es que se pasaron todo el partido insultando a nuestro jugador, por lo que una vez finalizado el partido, el padre fue a preguntar al entrenador el motivo de este hecho y recibió un puñetazo, mientras que al crío le tiraron al suelo y le dieron patadas".

Cuende asegura que fueron ellos quienes llamaron a la policía, porque fueron "los perjudicados". "En ese momento nadie había declarado que había un tabique nasal roto", dice.

El caso queda ahora en manos de la Policía Nacional.

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