La derrota del Barça ante el Real Madrid en Liga (2-1) le puede costar muy cara al equipo azulgrana. Un posible penalti sobre Adriano cuando se cumplía el tiempo reglamentario encendió a los jugadores, que se expusieron a una sanción.
Víctor Valdés vio la tarjeta roja por gritarle al árbitro, Pérez Lasa, que no tenía vergüenza: "Os habéis cagado, no tienes vergüenza", le dijo repetidamente. Pero antes de esta polémica acción, Gerard Piqué ya mostró su enfado con el árbitro con un claro gesto.
El central del Barça se dirigió a él cuando se disponía a amonestar a Andrés Iniesta por pedir un penalti en la jugada anterior. Piqué, que no abrió la boca, se plantó delante de él con las manos cruzadas en señal de estar maniatado. Junto a él, protestaban Sergio Busquets, Jordi Alba e Iniesta. Después, entre risas, el propio Piqué retiró a sus compañeros.
Este gesto ya lo realizó José Mourinho con el Inter en 2010, cuando fue expulsado por su actitud ante la Sampdoria. El técnico portugués quiso mostrar así su desacuerdo con el arbitraje, que posteriormente reiteraría en el túnel de vestuarios. Competición le sancionó con tres partidos y 40.000 euros.
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