"El fútbol no está reñido con la religión"

  • Muchos son los futbolistas que declaran fervientemente su fe.
  • Felipe Melo, el último en asegurar que quiere convertirse en diácono.
  • "Hay religiones que utilizan a estos futbolistas como iconos".
De izquierda a derecha, Felipe Melo, Kaká y Jesús Navas.
De izquierda a derecha, Felipe Melo, Kaká y Jesús Navas.
AGENCIAS
De izquierda a derecha, Felipe Melo, Kaká y Jesús Navas.

Éxito, fama, dinero y popularidad son algunos de los muchos términos que aglutina la realidad del fútbol en el día a día, así como históricamente se ha destacado a los futbolistas brasileños y argentinos como los mejores del mundo.

Curiosamente, muchos de éstos han hecho gala de una devoción desmesurada de su fe a lo largo de los últimos años y, de manera equivocada, se ha tendido a relacionar a esos países como criaderos de talento y fe: "La religión, en sociedades no integradas o desequilibradas, no se utiliza más que para ordenarte la vida. Es un acicate, pero ha habido un exceso de protagonismo", señala el sociólogo Lorenzo Díaz.

Desde Pelé, 'La fuerza para vivir' de Donato, los 'Atletas de Cristo' como Baltazar, Zinho, Bebeto, Edmilson, Lucio o Zé Roberto, entre otros muchos, pasando por la retirada temporal del ex portero Roa (su iglesia le prohibía trabajar los sábados); hasta el mismísimo Kaká (virginal carrera hasta el matrimonio, el "I belong to Jesus" -"yo pertenezco a Jesús"- y su donación del FIFA World Player 2007).

Muchos son los ejemplos de fe relacionada con el talento y, según sus declaraciones, es a Dios a quien deben semenjantes cualidades. Además, ejercen de modelo de vida adecuado a seguir y lo hacen público a través de los medios de comunicación. "Todo responde al fenómeno Kaká, que ha creado una estela falsa", insiste Lorenzo Díaz y aclara: "No se puede asegurar que los brasileños sean más creyentes que en otros países, ya que hay religiones que utilizan a estos futbolistas como iconos. En Brasil, simplemente, lanzan el anzuelo en el fútbol".

Curiosamente, el Padre Tomás, cura de Guinzo de Limia (Orense), desvela otro punto de vista: "Hay religiones que son más exigentes que otras, en las que se antepone la fe a todo. Más incluso que en el propio cristianismo", asegura . "Ahora, en cambio, unos pasan de todo y otros viven desde la fe".

El último en subirse al carro de los 'creyentes' ha sido Felipe Melo, ex jugador del Racing de Santander y Almería (ahora milita en la Juventus de Turín), que aseguró recientemente que su sueño no es otro que convertirse en diácono de su iglesia en Brasil: "Estoy estudiando la Biblia con ese objetivo, pero tengo que cambiar cosas. Ahora soy mejor persona, ya no tengo necesidad de pelear con la gente en la calle o la discoteca", señala agradecido.

"Al vivir en un laicismo continuo, aquí se intenta sacar a Dios de todas las partes, pero estas manifestaciones no nos habrían sorprendido hace 30 años", analiza el Padre Tomás. Desde el punto de vista sociológico, la realidad es otra: "La religión es una cuestión familiar, se aprende en el ámbito privado, tal y como también ocurre en España. En el fondo, en las sociedades desarrolladas, cada uno aprovecha de la religión aquello que le interesa".

'Dios es amor'

En nuestro país se ha dado algún caso aislado, al margen del 'boom mediático' que generó en los 90 el ex del Atlético de Madrid y del Depor Donato. El más llamativo, el de Jesús Navas, recientemente internacional por España y extremo del Sevilla, que en sus botas grabó la frase 'Dios es amor'.

"El fútbol no está reñido con la religión y antes siempre se rezaba antes de hacer cualquier cosa. El futbolista sale con las ganas de ir a ganar y sólo le pide a Dios que le ayude", apostilla Tomás.

"En nuestro país la religión no es dominante. No va más allá de brindar un título a la Catedral de la Almudena por tradición, más que por convicción, como podría ocurrir antes", prosigue Lorenzo Díaz, a la par que coincide claramente con el Padre Tomás en una evidencia: "Está claro que si viéramos a Raúl donando un premio individual a la Iglesia, seguro que nos llamaría la atención".

El Ramadán no es un impedimento

El Islam también tiene cabida en el fútbol y, de hecho, es relativamente común contemplar las oraciones desplegadas por los Kanouté, Mahamadou Diarra o Keita, entre otros, antes del comienzo de un partido.

Los clubes se ven obligados a adaptar planes específicos de alimentación y entrenamiento, además, para que los jugadores musulmanes que conforman las plantillas puedan llevar a cabo el mes de Ramadán, ya que el ayuno puede afectar al rendimiento físico. Para evitarlo, algunos jugadores 'suavizan' el cumplimiento del mes sagrado interrumpiendo en algunos casos el ayuno en la víspera del partido.

Este rigor religioso no está bien visto por todo el mundo del fútbol, tal y como refrendó el presidente del Lazio, Claudio Lotito, con unas declaraciones el pasado mes de agosto en las que aseguró que nunca comprará jugadores que sigan el Ramadán.

"Respeto la libertad religiosa, sin embargo intento prevenir algunas cosas que pueden atrasar la preparación de un atleta y su rendimiento durante los partidos", indicó, ante varios casos de debilidad física en el Calcio (Muntari y Sissoko).

Al margen de hechos aislados, lo cierto es que muchos son los jugadores que rinden al máximo nivel en Europa, incluso cumpliendo el ayuno, como viene a ser el caso de Lass Diarra, Benzema, Touré, entre otros, que en ningún caso perdieron la titularidad en sus equipos desde finales del mes de agosto y principios de septiembre (Ramadán en 2009) y su rendimiento físico se mantuvo.

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