El Olympique de Lyon ya acumula la mejor racha hegemónica del fútbol francés.

Nadie, ni el Saint Etienne, ni el Marsella, los dos más laureados, pudieron ganar un quinto título en cadena.

No se trata del éxito de un entrenador, porque en ese lapso han pasado por el club Jacques Santini, Paul Le Guen y Gerard Houllier, sino de un modelo, que comienza a surtir de jugadores a media Europa, y que ya ha sido copiado, por ejemplo, por el París Saint Germain.

Con un juego atractivo, que apuesta por el ataque, el Olympique  de Lyon no ha tenido rivales desde el comienzo de temporada, lo que tampoco habla demasiado bien del nivel del fútbol francés.

Porque, ni PSG ni Marsella logran cerrar su crisis y el Burdeos, el único que podía discutirle el título en el tramo final, también ha rebajado su categoría.

Obligado a vencer en Lille para evitar que el Lyon conquistase el título con un mes de anticipo, los girondinos que dirige el brasileño Ricardo no fueron capaces, siquiera, de evitar la derrota (3-2).

El Lyon podrá celebrar su quinta conquista mañana, en París, donde su partido contra el PSG se convertirá en una fiesta para los 2.500 aficionados que le acompañaron a la capital francesa, pero el día grande será el 20 de abril, en Gerland y en el derbi contra el Saint Etienne.

El Chelsea, en breve

Si el Lyon ya es campeón, al Chelsea de José Mourinho no le faltan más que cuatro puntos para revalidar esa condición en Inglaterra, después de vencer por 2-0 al Bolton, donde echó mano de los líderes del conjunto, John Terry y Frank Lampard, autores de los goles.

Con nueve puntos de ventaja sobre el Manchester, a falta de cuatro jornadas, no parece que el trofeo tenga que abandonar Stamford Bridge, pese a que Mourinho quiera mostrarse cauto.

"Estoy muy confiado, pero no estamos dando saltos, no estamos cantando, ni yo ni ninguno de los jugadores. Pensamos en el próximo partido y necesitamos cuatro puntos en cuatro partidos", señaló tras la victoria ante el Bolton.

Juve y Bayern, con más problemas de los esperados

Más se le ha complicado la conquista del título al Juventus y al Bayern, que se creyeron campeones antes de tiempo y, hoy, tuvieron que recurrir a dos veteranos para evitar más complicaciones.

Un gol de Fabio Cannavaro, en el minuto 95, evitó que el conjunto de Fabio Capello perdiese en Cagliari, después de que el equipo local se hubiese adelantado gracias a un penalti ejecutado en el minuto 44 por el hondureño David Suazo.

Otra pena máxima fallada por Alessandro del Piero, a la hora de juego, y los nervios llevaron al Juventus a una situación límite, porque la victoria del día anterior del Milán ante el Inter (1-0), reducía su renta a cuatro puntos, con cuatro partidos por delante.

Al final, en la última jugada y con una posible falta previa de Pavel Nedved, el Juventus rescató un punto que su técnico celebró como si del título se tratase.

En Alemania, fue Mehmet Scholl quien revivió a un Bayern en crisis, que en las dos jornadas precedentes no pudo derrotar al colista, el Colonia, en el Allianz (2-2), y fue goleado por el Werder Bremen (3-0).

Ante el Arminia Bielefeld, Scholl entró en el minuto 64, cinco minutos después dio el pase de gol de Michael Ballack y, en el minuto 74, logró el tanto que aseguró el triunfo y una ventaja de cuatro puntos sobre el Hamburgo, que se impuso a domicilio al Duisburgo (0-2).