Ponciano Hernández, fraile mercedario desde los 18 años y vinculado al colegio Nuestra Señora de Los Ángeles de Madrid, es un hombre afable y jovial, con el don del magisterio que desarrolló durante muchos años.

"Nací en el 35, el otro día", bromea en un momento de la conversación. Y en otro añora: "Sólo quiero que los jóvenes se dejen de darle a los canutos esos... y que corran".

Él puede hablar de las bondades de correr. Con 75 años, es un asiduo del Maratón Popular de Madrid, el único que conocen sus pies. "Habré hecho unos diez o doce y en ninguno me retiré. La meta es llegar y yo no voy a ganar. Eso es para otros. Yo voy a divertirme. Y si me canso, pues paro un rato", comenta a 20 minutos.

Comenzó a trotar a comienzos de los noventa. Antes, practicaba ciclismo; pero se vio obligado a dejarlo. "Era un simple aficionado... Un día tuve un accidente con un camión y estuve ocho meses de baja. Dos los pasé en blanco: no recuerdo ni dónde fue, ni cómo sucedió... Cuando me estaba recuperando comencé a correr y hasta hoy".

A la hora de entrenarse, no se guía por planificaciones, sino por su día a día de sensaciones. Eso sí, su salida dominical es imperdonable: "Madrugando hay tiempo para otras obligaciones y seguir con mis salidas de 22 ó 25 kilómetros".

En 2008, Ponciano corrió el Maratón de Madrid en 5h 04' 41', a 7 ' 12'' el mil.

Julio Rey, la gran estrella

El toledano Julio Rey, plusmarquista nacional de maratón (2 h 06' 52''), será el gran nombre de la 32ª edición del Maratón Popular de Madrid, que se celebra este domingo. Rey acude con una meta: ganar y rebajar el mejor crono (el keniano Joseph Ngolepus corrió en 2h 11' 30'' en 2006). Su, todavía, quebrado recorrido, poco apto para grandes marcas, y su coincidencia con el Maratón de Londres, no seducen a las figuras.