Palacio de los Deporte: 13.400 espectadores.

Pamesa (8+23+21+28) Avdalovic (6), Stepp (–), Yebra (5), Dikoudis (27), Garcés (5) –cinco inicial–, Miralles (6), Timinskas (11), Harrington (18), Sklavos (3) y Luengo (–).

Tau (29+20+17+19) Prigioni (3), Hansen (11), Jacobsen (19), Scola (19), Splitter (6) –cinco inicial–, Erdogan (20), David (2), Vidal (–) y Ukic (6).

Ärbitro: Arteaga, Amorós y Pérez Pizarro. Excluídos Hansen, Jacobsen, Timinskas y Dikoudis.

La magnífica participación del Pamesa en esta Copa del Rey quedó ensombrecida en la final ante un TAU que resultó imbatible para los valencianos. El potencial del equipo vitoriano quedó patente en el primer cuarto, que concluyó con una renta de 21 puntos (8-29) favorable al TAU.

La defensa del Pamesa, uno de los puntos fuertes del equipo, hizo aguas el día menos indicado. El ritmo impuesto por Prigioni, el mejor jugador, y Erdogan desconcertó al equipo de Ricard Casas hasta el extremo de carecer de un director de juego en la cancha.

Pese al golpe moral, el Pamesa trató de rehacerse en el segundo cuarto. Un tímido intento de recuperación que el TAU contuvo sin excesivos problemas.

Misión imposible

El Pamesa, en un arranque de casta, salió de los vestuarios creyendo en la remontada

Aunque la renta era desfavorable, Harrington, muy individualista en los momentos finales, y Dikoudis, tiraron del carro para acercar al Pamesa a siete puntos a falta de dos

minutos. Pero el TAU administró las rentas del primer cuarto y logró su quinta Copa del Rey.

El título se le resistió hasta a los infantiles del Pamesa, que en la final de la Minicopa, cayeron ante el Barça infantil por 70-63.