El delantero brasileño del Santos, Neymar, afirmó este sábado que el Barça, su rival en la final del Mundial de Clubes de este domingo, es "el mejor del mundo" y rechazó que el partido sea un duelo entre él y el argentino Leo Messi.

Neymar aseguró en la rueda de prensa previa a la final que el partido es "el más importante" que han jugado y "abre una nueva página en la historia del fútbol". "No hay un duelo Messi-Neymar, es Santos y Barcelona, y será un partido para la historia", dijo la estrella del Santos, que confirmó que su equipo jugará su fútbol "sin importar el rival".

Además comentó que sus sueños como futbolista se han "convertido en realidad" gracias a poder jugar con el Santos la final contra el Barcelona, "el equipo más grande del mundo", aunque ahora "lo importante, es que gane el título y el Santos quede campeón", dijo.

Durante la final Neymar intentará "coger la pelota e ir para adelante" como habitúa, y hacer "sufrir un poquito" al defensor azulgrana Puyol, con el que espera cambiar la camiseta tras el partido y al que considera "un gran capitán".

En cuanto a un posible traspaso al Real Madrid o el Barcelona, clubes que le pretenden, Neymar dijo que "es un orgullo" pero que "el futuro pertenece a Dios". "Soy jugador del Santos y quiero ayudar al equipo a ganar el Mundial de Clubes", señaló.

Por su parte el entrenador del equipo brasileño, Muricy Ramalho, afirmó que de cara a la gran final no piensa cambiar el sistema del equipo: "Santos mantendrá la pelota, ese es nuestro estilo, tenemos mucha velocidad y con eso vamos a crear oportunidades", recalcó.

El entrenador subrayó que el partido "es muy especial" contra el equipo que en su opinión es "el número uno" y que "a pesar de la diferencia económica grande" entre los dos, los jugadores van a "intentar mostrar lo mejor" que tienen, porque en este tipo de partidos "puede pasar de todo".

Sobre la posibilidad de que realice un marcaje específico a la estrella argentina Messi dijo: "El Barcelona no es solo Messi, hay muchos jugadores peligrosos y marcarlos a todos sería muy difícil".

El entrenador del F. C. Barcelona, Pep Guardiola, ha explicado que el sistema defensivo azulgrana se centrará en que "Neymar no toque la pelota" durante la final del Mundial de Clubes este domingo, frente a un Santos que "a la contra tiene el nivel del Real Madrid", por lo que vaticina un partido "muy duro" que supone "un reto, un sueño".

"El Santos es un equipo brasileño con lo que eso significa. Domina todas las facetas del juego. Tienen mucha técnica pero también son físicamente muy fuertes. A la contra tiene el nivel del Real Madrid. Es un equipo muy peligroso, me recuerda al Sao Paulo del 92", señaló Guardiola en rueda de prensa, recordando al equipo que batió al Barça en la Copa Intercontinental hace dos décadas.

Para frenar a su rival, el técnico azulgrana no esconde que la clave será intentar que "Neymar no toque la pelota" y eso se consigue "dominando el juego" como acostumbra a hacer el Barcelona con su juego de posesión.

Sin embargo, Guardiola dejó claro que la última estrella emergente del fútbol brasileño no es el único peligro del rival, ya que "Danilo es muy profundo, Ganso es un jugador fantástico de gran talento y Borges es un delantero que si le cae, la enchufa".

El técnico reivindicó la importancia de un título al que "no se le da mucha trascendencia en España", pero al que "es muy difícil poder llegar" porque implica conquistar la Liga de Campeones durante la temporada anterior.

"Nunca sabemos cuando lo jugaremos de nuevo. Es un gran mérito haber llegado dos veces, por eso hay que aprovechar la oportunidad. Los grande equipos de verdad tienen más de uno", recordó, cauto en la teórica superioridad de su plantilla porque "ser favorito no da ventaja".

Además, Guardiola comentó el estado físico de Alexis Sánchez, que sufrió una sobrecarga muscular en la semifinal, y el de todos sus jugadores por el desfase horario. Sobre el chileno explicó que "habrá que ver cómo entrena hoy y mañana para saber si puede jugar la final", mientras que del resto detalló que "algunos jugadores todavía necesitan medicación para dormir". "Pero ya estamos más adaptados", añadió.

El centrocampista Cesc Fábregas coincidió con su entrenador en el análisis de la final del Mundial de Clubes y señaló la posesión de balón como principal arma del equipo azulgrana, ya que si el Santos no tiene la pelota "no habrá Neymar" de cara a un partido para el que "los horarios y el cansancio no son ninguna excusa".

"El chico tiene una capacidad técnica espectacular, pero no hay que fijarse solo en Neymar. Pensamos en nosotros, no cambiaremos nuestra forma de pensar, y en el Santos como rival en global. Si la pelota la tenemos nosotros, no habrá Neymar", señaló Cesc en la rueda de prensa previa a la final.

El centrocampista reiteró que "Neymar es un enemigo más" dentro del Santos y que como líder del equipo brasileño "querrá hacer tres o cuatro goles", al tiempo que se refirió a los rumores que hablan de un posible desembarco en el Barcelona: "En el futuro veremos qué pasa con él. Si fichara, bienvenido".

En cuanto a la trascendencia del choque, el de Arenys reconoció que le hace "especial ilusión" porque la plantilla azulgrana está deseando "llevar el escudo que destaca a los campeones del mundo durante toda una temporada". "Nunca sabes cuando la podremos jugar de nuevo", avisó.

En este sentido, espantó cualquier justificación y recordó que "los horarios y el cansancio no son ninguna excusa de cara a un partido tan importante" en el que "hay que sacar las energías de la cabeza, de la mentalidad".

"Estoy aquí gracias al trabajo realizado por mis compañeros durante la temporada pasada", recordó el centrocampista azulgrana, quien, si tiene la oportunidad de jugar, aseguró que hará todo lo posible para ayudar. "Queremos saltar al campo y hacerlo lo mejor posible", concluyó.

La FIFA ha atendido la petición del Barça y permitirá a los jugadores azulgranas saltar al césped en la final del Mundial de Clubes, que disputarán este domingo frente al Santos brasileño, con una camiseta de apoyo a David Villa, que se fracturó la tibia en el encuentro de semifinales ante el Al Sadd.

Justo antes del descanso en el partido contra el equipo árabe, Villa se lesionó de gravedad cuanto intentaba rematar un balón rodeado por dos rivales. Esta mala noticia empañó la cómoda victoria del Barça, que este domingo intentará ganar el título y dedicárselo al delantero asturiano.

Tras aterrizar este viernes en Barcelona, Villa será operado por el doctor Ramon Cugat tan pronto como baje la inflamación de la zona afectada, y se espera que sea este fin de semana o el lunes a más tardar. Tras la intervención empezará un largo reposo y recuperación que le tendrá entre cuatro y cinco meses de baja.