Fue casi imposible dormir en Sevilla. Los tranquilos sonidos de la noche se habían convertido, por culpa de un gol de Dani y una Copa adornada en verde y blanco, en un caudal bullicioso de béticos eufóricos por el triunfo de su equipo frente a Osasuna.
Coches haciendo sonar sus bocinas, estruendosas trompetas, ruidosos petardos y cohetes, cánticos bien o mal entonados... todo sirvió para hacer visible la alegría de miles de seguidores béticos.
Coches haciendo sonar sus bocinas, estruendosas trompetas, ruidosos petardos y cohetes, cánticos bien o mal entonados... todo sirvió para hacer visible la alegría de miles de seguidores béticos.
Pero ésa fue sólo la mitad de la fiesta. La que se celebró en Sevilla. Porque Madrid también vivió la suya. Muchos de los aficionados que habían apoyado al equipo en el Calderón llenaron luego de acento andaluz las calles de la capital.
¡Que te como a besos!
Eso debieron pensar Benjamín y Oliveira cuando cogieron el trofeo y no pararon de darle besitos. La noche de Copas en Madrid desató la pasión de los jugadores verdiblancos.
Se desató la locura
A través de la televisión o de la radio, los béticos que no pudieron viajar a Madrid siguieron el partido con una gran tensión. El gol de Dani en la prórroga hizo que se desatara la locura.
Fiesta en las calles
Los seguidores del Betis se echaron a la calle. Calles y plazas de Sevilla se han vestido este fin de semana de verde y blanco. Camisetas, bufandas, banderas... todo servía para demostrar la alegría de una parte de la ciudad. En la plaza de San Francisco, con la fachada del Ayuntamiento al fondo, dos jóvenes seguidoras béticas muestran su alegría por el título conseguido. La noche del sábado fue muy larga y jubilosa en toda la ciudad.
Euforia de don Manué
No cabía en el traje. Al lado de Su Majestad el Rey y de Manuel Chaves, presidente de la Junta, el presidente verdiblanco disfrutó como un chiquillo de la victoria de su equipo en la final.
Y Triana se hizo gol
El 30 de diciembre de 2004 se rompió los ligamentos de un tobillo y tuvo que pasar por el quirófano. En la Copa, el delantero de Triana reivindicó su pasión por el fútbol y por el gol.
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