La lesión de Samuel Eto'o, que se dañó el menisco de su rodilla derecha el pasado miércoles frente al Werder Bremen en Champions, no sólo es un problema físico para el Barcelona. Rijkaard, aficionado a las rotaciones, tenía en el camerunés a un intocable, y ahora tendrá que buscarle una alternativa.

El futbolista africano sufre una rotura con desinserción del menisco externo derecho, lo que le va a a alejar de los terrenos de juego aproximadamente cinco meses. En ese periodo de tiempo, el Barça disputaría veinte partidos de Liga, cinco de Champions y seis de Copa, todos ellos sin Eto'o.

Y lo que es peor para el camerunés, también podría quedarse sin el Balón de Oro, pues la carrera por el trofeo se encuentra ya en la recta final, con lo que el barcelonista va a perder muchos puntos por culpa de la lesión.

Rijkaard tendrá que elegir

El técnico blaugrana, Frank Rijkaard, es conocido por sus constantes rotaciones en el equipo, respetando siempre la presencia indiscutible de los intocables, entre los que figuran Samuel Eto'o. Sin embargo, la lesión va a obligar al holandés a decidirse por un suplente.

Gudjohnsen, sustituto natural

El islandés Gudjohnsen tiene todas las papeletas para suplir a Eto'o en la punta de ataque culé. El delantero rubio del Barça llegó al equipo para suplir la baja de Larsson y cubrir cualquier problema que pudiera sufrir Eto'o. Ahora tendrá la oportunidad de justificar su fichaje.

Saviola, segunda opción

El argentino Javier Saviola ha pasado de ser el descartado del equipo a ser el posible recambio de Eto'o. Si Gudjohnsen no funcionara, el 'Conejo' podría llevarse el premio de la titularidad mientras falte el camerunés.

Saviola no es nuevo en estas guerras, pues ya suplió la baja de Kluivert en la primera temporada de Rijkaard y lo hizo con números excelentes: jugó 16 partidos de 17 posibles y marcó once goles.

Si todo falla: Ronaldinho

La opción más remota es la ubicación de Ronaldinho en el centro del ataque, flanqueado por Giuly en la derecha y Messi en la izquierda, aunque el brasileño siempre se ha considerado mejor pasador que rematador, por lo que esta posibilidad está prácticamente descartada.