Unos 25 aficionados del Espanyol han acudido al primer entrenamiento de la plantilla blanquiazul, realizado a puerta cerrada en la ciudad deportiva de Sant Adrià del Besós, tras el fallecimiento del capitán blanquiazul, Dani Jarque, el pasado sábado en Coverciano (Italia).

Los aficionados y periodistas han tenido que esperar fuera del recinto. Aunque, en un principio, todo hacía pensar que los seguidores se volcarían y acudirían en masa a animar a los jugadores, finalmente la asistencia de aficionados no ha sido demasiado masiva.

El cuerpo técnico blanquiazul decidió que la primera sesión de entrenamiento fuese a puerta cerrada para que la plantilla tuviese intimidad y pudiese trabajar con total tranquilidad. Los futbolistas han comenzado a entrenarse a las diez y media de la mañana.

A la salida, los jugadores han evitado hacer declaraciones. Sólo Nico Pareja, a su llegada de la concentración con Argentina, comentó que "en estos momentos sólo podemos pensar en ayudar a la familia. Viendo lo mal que lo estamos pasando nosotros, no quiero ni imaginar cómo lo estará pasando su familia". "Es una situación muy difícil, un golpe muy duro", afirmó el defensa.

El club irá informando progresivamente del plan de trabajo del equipo españolista y de las próximas sesiones de entrenamiento. La idea de los técnicos es que, poco a poco, la plantilla vuelva a la normalidad.