En unas declaraciones a TV3, Tomás aseguró que no había visto "nada igual en 30 años". Calificó el sábado como un día "triste", pero no únicamente para el Espanyol, "ni para el fútbol, sino para todos" y emplazó a las diferentes actores "a empezar a hacer cosas".

Una de las cuestiones a resolver de inmediato es el relativo a la venta de entradas. "La venta de entradas es libre, no podemos hacer nada, salvo que nos lo prohíba la delegación del Gobierno", ha advertido Tomás, quien informó de que el club avisó a las autoridades a principios de semana de quién estaba comprando las entradas.

Explicó que durante el trayecto de los seguidores radicales barcelonistas a Montjuïc, la policía se incautó de siete bengalas y que ya en el minuto 11, el Espanyol avisó a los Mossos que por las cámaras de seguridad se habían detectados aficionados de los 'Boixos Nois' con bengalas, aunque Tomás entiende las razones ofrecidas por los Mossos para no desalojar la zona.

"Los culpables son los violentos. No entraré en una discusión institucional", ha dicho el director general del Espanyol, quien reconoció que los aficionados sintieron "miedo" en el estadio y que pudo suceder "una tragedia histórica".

"Lo del sábado fue un ataque premeditado, publicado (en internet) y presentaremos una denuncia", ha explicado Tomás, quien se quejó por "la actuación de algunos jugadores (del Barça), celebrando el gol, pero animando y provocando (a los violentos)", un comportamiento que el Espanyol denunciará, porque "así está tipificado".