En Juegos de Invierno, en cambio, el último precedente está más cercano. El esquiador de fondo Johann Muehlegg dio positivo en Salt Lake City 2002 por darbepoietina. Le fueron retiradas las tres medalla de oro que había ganado en los 50 y los 30 kilómetros, así como en la modalidad de persecución.

Desde que el Comité Olímpico Internacional (COI) introdujo los controles antidopaje generalizados en la edición de Múnich 1972 se han registrado cuatro positivos españoles en los Juegos de Verano.

El primero fue el de otro ciclista, Jaime Huélamo, precisamente en Múnich. El estimulante coramina fue la sustancia hallada en su orina. Huélamo había terminado tercero la prueba de fondo en carretera, por lo que perdió la medalla de bronce.

En Seúl, el haltera Mariaca dio positivo por pemolina, un estimulante, y el pentatleta Quesada por propanolol, un bloqueante. El positivo de Anabel Moreno es, por tanto, el cuarto de un español en los Juegos Olímpicos y el primero de una mujer.

Aunque la ciclista no había competido aún en Pekín,  y de hecho abandonó China antes del inicio de los Juegos por una crisis de ansiedad, el COI considera Juegos Olímpicos el periodo que comienza con la apertura de la Villa.