La tiroiditis crónica, también conocida como la enfermedad de Hashimoto es una afección causada por una reacción del sistema inmunitario contra la glándula tiroides. Este trastorno puede conllevar hipotiroidismo, una disminución de la función tiroidea, y se puede padecer a cualquier edad, aunque se identifica con mayor frecuencia en mujeres de mediana edad y en personas con antecedentes familiares de enfermedad de la tiroides.

En ocasiones la afección puede guardar relación con otros trastornos endocrinos ocasionados por el sistema inmunitario.

La enfermedad de Hashimoto se desarrolla con lentitud, por lo que pueden pasar meses o incluso años hasta que es detectada. No existe una forma conocida de prevenirla, pero ser consciente de los factores de riesgo puede permitir su diagnóstico y tratamiento tempranos.

Fatiga, dificultad para concentrarse, pérdida de cabello o la intolerancia al frío son algunos de los síntomas que pueden indicar la existencia de este trastorno, que puede tratarse con medicamentos de reemplazo para la tiroides. No obstante, si el paciente no tiene bajos niveles de la hormona tiroidea puede necesitar un seguimiento médico regular. En cualquier caso, la enfermedad puede permanecer estable durante años.