El puerto estaba lleno.  Unas 200.000 personas en tierra y unas seiscientas embarcaciones de todo tipo en el mar desipideron ayer a los nueve monocascos Open 60 participantes en la Barcelona World Race –Vuelta al Mundo a Dos sin escalas ni asistencias– que tomaron la salida desde la ciudad condal.

Desde las 10:30 horas fueron saliendo las embarcaciones de sus atraques, encabezadas por el Educación Sin Fronteras, de Albert Bargués y Servanne Escoffier. A las 10:45 horas abandonó su atraque el Mutua Madrileña de los españoles Javier Sansó y Pachi Rivero, el último 60 pies participante, entre las ovaciones del público que se agolpaba en el muelle y los saludos de las bocinas de los barcos de los aficionados que les han acompañado hasta la bocana.

Fue un día de emociones. El español Pachi Rivero no pudo resistir la emoción y se le saltaron las lágrimas ante la despedida de sus familiares y la multitud de amigos que llegaron a Barcelona para estar en estas últimas horas junto a él. Para el español ésta es su primera vuelta al mundo y se no cansaba de repetir: «¡Esto es fantástico, emocionante y la despedida de la gente es algo inenarrable. En toda mi trayectoria como navegante no había visto nada igual ...!».

Los roles de viento causaron algún problema a algunos de los participantes, aunque el ‘PRB’ volvió a ser el primero en cruzar por segunda vez la línea de salida, ya en rumbo hacia Sitges, con una ventaja de 6’38» sobre el ‘Delta Dore’ y casi ocho minutos sobre el ‘Estrella Damm’ de Altadill-Escoffier, ya tercero y manteniendo una dura lucha con el ‘Mutua Madrileña’ de Sansó-Rivero.