Kiplagat gana de nuevo y Aguilar logra un quinto puesto sin precedentes en la maratón

  • La keniana revalida su victoria de hace dos años en Corea.
  • Épica carrera de la italiana Straneo, que acabó segunda tras liderar la prueba durante 40 kilómetros.
La atleta keniana Edna Kiplagat cruza la meta en la maratón del Mundial de Atletismo 2013, que se celebra en Moscú.
La atleta keniana Edna Kiplagat cruza la meta en la maratón del Mundial de Atletismo 2013, que se celebra en Moscú.
EFE
La atleta keniana Edna Kiplagat cruza la meta en la maratón del Mundial de Atletismo 2013, que se celebra en Moscú.

Edna Ngeringwony Kiplagat, policía keniana con el grado de sargento, se alzó este sábado con la primera medalla de oro en los Mundiales de Moscú y se convirtió, con un tiempo de 2h25:44, en la primera mujer que revalida el título mundial de maratón.

La lucense Alessandra Aguilar, quinta con un tiempo de 2h32:38, consiguió el mejor resultado de una española en maratón, superando el sexto puesto de Mónica Pont en Gotemburgo'95. Lo celebró por todo lo alto tras cruzar la línea de meta.

La italiana Valeria Straneo, de 37 años, que tiró desde el primer kilómetro y fue desgranando el grupo hasta quedarse sola con Kiplagat, vio retribuido su esfuerzo con la medalla de plata, a 14 segundos de la ganadora, y la japonesa Kayoko Fukushi completó el podio con 2h27:45.

A las 14.00 horas, con una temperatura de 28 grados y una humedad del 51 por ciento, las 72 atletas inscritas tomaron la salida en el estadio Luzhniki, donde recorrieron los primeros 600 metros antes de abandonarlo, con la china Changqin Ding a la cabeza, para dar cuatro vueltas a un circuito que discurría junto al río Moscova hasta la Plaza Roja y regreso.

La sensación agobiante del calor húmedo no arredró a Valeria Straneo, una italiana nacida en Alessandria (Piamonte) que con 37 años venía de proclamarse campeona mediterránea de medio maratón en Mersin (Turquía). Con marca personal de 2h23:44 —este año en Rotterdam—, permaneció en cabeza de carrera.

Straneo cubrió en 17:05 minutos los cinco primeros kms, pero ya tenía a su espalda a un trío etíope en el que no estaba la campeona olímpica, Tiki Gelana, que marchaba 14 segundos por detrás junto con la campeona mundial, la keniana Edna Kiplagat, y la mexicana Madai Pérez.

La perseverancia de Straneo terminó por formar un grupo en cabeza que al paso por el décimo kilómetro (34:12) era de siete: junto a la italiana, las etíopes Meselech Melkamu (subcampeona mundial de 10.000 en 2009) y Feyse Tadese, las kenianas Lucy Kabuu y Valentine Kpketer, la china Chaofeng Jia y la japonesa Kayoko Fukushi.

Objetivo: mejorar el 24º puesto

Sandra, la única española en carrera, seguía su táctica conservadora, como había anticipado la víspera, y estaba duodécima, a 13 segundos del primer grupo, pegada a la japonesa Ryoko Kizaki. La lucense tenía por objetivo mejorar el puesto 24 de Berlín 2009 y olvidar su retirada en Daegu 2011, sin pensar, ni remotamente, en alcanzar el puesto que luego lograría.

Trascurridos 50 minutos, la defensora del título, Kiplagat, se reintegró al grupo delantero, del que seguía tirando Straneo. Antes de cumplirse la hora, la campeona, Gelana, abandonó.

Aguilar se había quedado sola en terreno de nadie y durante varios minutos marchó undécima, corriendo sin compañía, un minuto por detrás de las primeras, hasta que la norcoreana Hye-Gyong Kim se emparejó con ella. La española pasó el medio en 1h14:05.

Sin recibir un solo relevo, Straneo cubrió el medio maratón en 1h12:58 al frente de un sexteto con Melkamu, tres kenianas —Kiplagat, Kabuu y Kipketer— y Fukushi, pero el calor empezó a causar estragos. Poco después quedaban cuatro arriba: Straneo, Kiplagat, Fukushi y Melkamu.

La japonesa fue la siguiente en caer, transcurridos 100 minutos. Straneo, que pasó por el km 30 en 1h44:00, seguía delante con Melkamu y Kiplagat a su espalda prestas a sacar provecho de su esfuerzo.

Por ese punto, Aguilar, con zancada poderosa, había abandonado su táctica defensiva y había avanzado hasta el sexto puesto, a 2:29 del trío de cabeza y a 1:07 de su predecesora, Ryoko Kizaki. De terminar así, igualaba el puesto de Mónica Pont en Gotemburgo'95, el mejor resultado de una española en Mundiales hasta la fecha.

Melkamu también terminó cediendo podo después del km 30. El ritmo de Straneo desde la salida le había dejado a solas con la defensora del título al cabo de 33 kilómetros.

Straneo, sin dar el menor síntoma de fatiga, y su sombra, Kiplagat, cruzaron por el "muro" (km 35) con 2h01:05. Melkamu pasaba a 57 segundos, a punto de ser alcanzada por Fukushi.

Aguilar seguía sexta, ahora a 3:57 de las fugadas y a sólo 49 segundos de Kizaki, con posibilidades, todavía, de cuajar la mejor actuación española de la historia. No necesitó alcanzarla, porque la etíope, acalambrada, tuvo que pararse.

Kiplagat dio su primer y definitivo relevo a dos kilómetros del estadio. Straneo no hizo el menor intento de seguirla. Mirando atrás, por ver si peligraba su segundo puesto, se dio por contenta con la medalla de plata.

Series de 800

En las series de 800, el plusmarquista español, Kevin López, lo pasó mal para acceder a las semifinales. Lo consiguió, pero en la repesca, como su compañero Luis Alberto Marco. Su respectivas marcas (1:46.61 y 1:46.40) les dieron el cuarto puesto en sus series y dos de las plazas de repesca.

López partió por la calle exterior en la segunda y pasó tercero por los 400 en 53.00 pero por fuera le adelantó como un obús el polaco Adam Ksczot, dos veces campeón de Europa en sala, y en el esprint —"con sensaciones malísimas", confesó— no pudo mejorar su cuarto puesto. Pasaban directamente los tres primeros.

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