La goleada sin precedentes encajada por Brasil ofreció alguna de las imágenes más desconsoladoras para el equipo anfitrión, despedidos con una sonora pitada del césped del estadio Mineirao de Belo Horizonte.

Las lágrimas cayeron por las mejillas de algunos jugadores. Especialmente de Oscar, David Luiz y Bernard. Thiago Silva ejerció de capitán y acudió uno por uno a ofrecer su consuelo a sus compañeros.

Nada que ver con el público. La grada mantuvo el tipo. Aunque rostros desencajados fueron contemplados a medida que caían los goles del lado alemán.

Luiz Felipe Scolari intentó mantener el tipo. Hizo un corro en el centro del campo y pidió cabeza alta a sus futbolistas, protagonistas del mayor varapalo del fútbol brasileño en toda su historia.

Después, tras la oratoria del preparador que pasará a la historia como el responsable de la mayor humillación verdeamarelha, se marcharon al vestuario ante la inmensa pitada del seguidor, para quien ha terminado, de un mazazo, las ilusiones mundialistas. Una pesadilla que despertó al pueblo de su sueño.

El portero brasileño Julio César agradeció el apoyo de la afición brasileña y pidió disculpas tras la goleada.

"Creo que no se puede explicar lo inexplicable. Debemos reconocer el gran trabajo del fútbol alemán, un equipo que viene jugando junto hace seis años", enfatizó el guardavallas del Toronto canadiense.

"Nosotros vamos a agradecer el apoyo de la afición y también a disculparnos por no lograr el objetivo. Debemos reconocer que tras el primer gol sufrimos un apagón que nadie lo esperaba", añadió.

Ante la reacción del público en el estadio analizó: "Hasta aquí, había sido todo muy lindo. Creo que el pueblo brasileño y la torcida merece nuestras felicitaciones, porque en un momento tan duro como hoy sentimos su respaldo".

Al ser consultado sobre si el resultado le agrega mayor drama a esta derrota enfatizó: "Era preferible perder 0-1 con un error mío que 1-7, porque le agrega mucha más tristeza a este sentimiento de angustia".

"El fútbol es el más ilógico de los deportes en el cual ocurren cosas no previstas, por eso es tan lindo", dijo el seleccionador de Argentina, Alejandro Sabella, al comentar la aplastante victoria de Alemania sobre Brasil por 1-7 en el estadio Mineirao.

Sabella explicó que los jugadores argentinos comenzaron más tarde el último entrenamiento para enfrentar en semifinales a Holanda en el Arena Corinthians de Sao Paulo porque no querían perderse el partido entre alemanes y brasileños.

"Yo vi el primer tiempo y un ratito del segundo. Siete a uno no es un resultado normal entre dos potencias del fútbol mundial, dos de los equipos más ganadores. Sucede de tanto en tanto. Alemania siempre llega a las instancias finales", evaluó en conferencia de prensa en la víspera del choque ante Holanda.

Julio César (2): Ni en sus peores pesadillas podría haber imaginado una actuación tan decepcionante. Sufrió cada llegada del rival ante una defensa totalmente permeable.

Maicon (3): No pudo contener por su banda los desbordes constantes de los alemanes. Tampoco tuvo proyección, una de sus mejores armas de juego.

Dante (1): Inseguro en cada una de sus salidas no pudo frenar nunca a Klose, Müller, Ozil y Kroos primero y luego Schuerrle, que se hicieron un verdadero festín de oportunidades por el centro de la defensa.

David Luiz (2): Llegó a este partido como el verdadero abanderado de la ilusión local y a pesar de su empuje terminó siendo uno de los peores de un Brasil desdibujado. La impotencia lo llevó a pelearse con sus rivales.

Marcelo (2): Al igual que Maicon tampoco cumplió con su característica de proyección y juego ofensivo. En defensa no pudo contener el ataque alemán y terminó al igual que el resto del equipo desdibujado.

Fernandinho (3): Nunca encontró su lugar en el campo y siempre corrió por detrás a su marca. En el cuarto gol alemán además perdió un balón clave ante Kroos. Fue reemplazado en el entretiempo por Paulinho.

Luiz Gustavo (2): En el medio del campo no pudo cumplir con la tarea de ser la primera contención de un rival que hizo una rápida transición hacia el ataque. Su impotencia se manifestó con sus discusiones con los rivales.

Hulk (2): Nunca pudo generar peligro con sus explosivas irrupciones. Fue bien contenido por la defensa germana y luego de los primeros 30 minutos sintió el golpe. Fue reemplazado por Ramires tras el primer tiempo.

Bernard (3): A la difícil tarea de reemplazar a Neymar se sumó que no pudo crear un circuito de juego para alimentar a sus compañeros. En el segundo tiempo tuvo algunas posibilidades con tiros francos pero sus nervios no le permitieron convertir.

Oscar (3): Impreciso con el balón dio muestras de reacción en el segundo tiempo y en el final consiguió el único tanto del honor para Brasil en una goleada en contra para la historia.

Fred (1): Una verdadera sombra como en casi todo el Mundial. Luchó contra una defensa alemana que le dejó pocas posibilidades, aunque también careció de inventiva para generar espacios para marcar. Un gol en seis partidos marca su pobre campaña y los silbidos de la torcida.

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Ramires (4): Le aportó algo de frescura y atrevimiento a Brasil en la segunda etapa que chocó con las grandes paradas de Neuer. Tuvo más resto físico que sus compañeros.

Paulinho (4): Al igual que Ramires le dio aire a un equipo devastado con su ingreso en la segunda etapa. Sin embargo, no pudo contagiar con esa energía a una plantilla entregada.

William (3): Ingresó en lugar de Fred pero en sus veinte minutos poco pudo aportar a un resultado definido ya en la primera etapa.