El presidente del Sevilla, José María Del Nido, destacó la necesidad de hacer del estadio Ramón Sánchez Pizjuán "un campo de minas deportivamente hablando" en este final de Liga, en el que el equipo de Manolo Jiménez se juega el único objetivo que le resta, como es entrar en la próxima edición de la 'Champions League'.

Y es que, eliminado desde ya el lejano mes de diciembre de la UEFA, y apeado recientemente de la Copa tras la goleada (3-0) encajada en San Mamés, Del Nido sabe que todo lo que no sea quedar entre los cuatro primeros del campeonato supondría acrecentar los sinsabores de la presente campaña hasta un límite insospechado.

Por eso, el dirigente, que en la noche de ayer asistió a un acto en la peña sevillista de la localidad de Casariche, que le otorgó su insignia de oro, indicó que "en este corto caminar futbolístico" que queda en Liga el los blanquirrojos deben "apretar los dientes para volver a disputar la Liga de Campeones" y, para ello, agregó, es necesario hacer "del Ramón Sánchez Pizjuán un auténtico campo de minas, deportivamente hablando" para que al conjunto de Nervión no se le escape ni un punto.

"Que los equipos que vengan en los cinco partidos que nos quedan sientan la presión de la afición y la grada. Necesitamos esa presión para hacer realidad las victorias que necesitamos", insistió.

El abogado mira al futuro inmediato con optimismo, pese a esos dos fracasos antes indicados en UEFA y Copa del Rey. "Estoy convencido que consiguiendo entre seis y siete victorias, de aquí a final de campeonato, vamos a estar colocados entre los tres primeros, lo cual sería una alegría indescriptible para nuestra afición y conseguiríamos el objetivo real marcado a comienzos de temporada", concluyó.