El español David Ferrer siguió fiel su hoja de ruta y con una victoria ante el alemán Florian Mayer por 6-7 (5), 7-5, 6-2 y 6-1 se clasificó un año más para disputar los cuartos de final del Abierto de Australia.

En un duelo con tintes de Copa Davis, ante la próxima confrontación a finales de mes Alemania-España en Frankfurt, Ferrer destrozó mentalmente a Mayer con su solidez desde el fondo de la pista, y 66 golpes ganadores para hacerse con el encuentro en dos horas y 55 minutos.

El jugador español, semifinalista dos veces (2011 y 2013) aguantó con entereza el formidable tenis de Mayer, un rival de exquisita técnica, incómodo por su variedad de golpes, que en el primer set se impuso en 60 minutos.

Pero poco a poco la consistencia en los golpes del tenista de Jávea y su fe, inasequible al desaliento, le llevaron a destrozar físicamente a Mayer y que los fallos del alemán se acumulasen y acceder a los cuartos de un Grand Slam por novena vez consecutiva, quinta en Melbourne.

Ferrer se enfrentará en esa ronda contra el checo Tomas Berdych, que derrotó al surafricano Kevin Anderson por 6-2, 6-2 y 6-3.

El serbio Novak Djokovic liquidó al italiano Fabio Fognini por 6-2, 6-0 y 6-2 para plantarse en los cuartos de final del Abierto de Australia, una ronda del Grand Slam que ya ha pisado 19 veces consecutivas, desde Wimbledon 2009.

El actual defensor del título sentenció el encuentro en tan solo una hora y 33 minutos, y continúa sin ceder un solo set en cuatro encuentros disputados. Su rival en cuartos será el suizo Stanislas Wawrinka, que derrotó al español Tommy Robredo por 6-3, 7-6 y 7-6.

La victoria más sorprendente del Abierto de Australia se produjo en la séptima jornada, cuando la serbia Ana Ivanovic derrotó por primera vez en su carrera a la número uno del mundo, la estadounidense Serena Williams, cinco veces ganadora de este torneo, por 4-6, 6-3 y 6-3 en una hora y 56 minutos para acceder a los cuartos de final.

De un golpe Ivanovic cortó en seco las cuatro derrotas consecutivas que llevaba ante Serena, su verdugo tres veces en el Abierto de Estados Unidos (2008, 2011 y 2012) y las 25 victorias consecutivas que la menor de las Williams acumulaba desde el 2013, con título incluido en Brisbane hace unas semanas, para acceder a los cuartos de Melbourne seis años después de que en aquella edición luchara por el título.

"Secretos fuera", dijo Serena al conocer en la conferencia de prensa posterior que su entrenador y actual pareja, el francés Patrick Moratouglou, había adelantado ya algo sobre su lesión.

"Tengo una lesión en la espalda", añadió la jugadora de 32 años, que se hizo daño en un entrenamiento antes de su duelo contra la eslovaca Daniela Hantuchova en la tercera ronda. "Estuve a punto de abandonar en ese partido, pero soy una competidora. Me lleva molestando unos días pero no se de qué se trata. No tengo ni idea. De todas formas, todo fue por Ana", dijo hoy de forma cortés.

"Cometí un tremendo número de errores, fallé golpes que no había fallado desde los ochenta y no me sentía a mi misma", comentó también Serena.

Es la novena victoria de Ana Ivanovic esta temporada en la que ha ganado el título en Auckland, al vencer a Venus Williams, la hermana de Serena, en la final, con lo que la jugadora serbia y la española Garbiñe Muguruza, campeona en Hobart, y que el lunes luchará por un puesto en cuartos contra la polaca Agnieszka Radwanska, son hasta el momento las únicas jugadoras que permanecen imbatidas este año.

"Serena es un ser humano y tenía mucha presión también", dijo sobre la pista Ivanovic, campeona de Roland Garros en 2008, tras vencer a la número uno del mundo.

La jugadora serbia se enfrentará ahora contra la ganadora del encuentro entre la australiana Casey Dellacqua y la canadiense Eugenie Bouchard.