La vida de Darío Silva da para una película. El delantero fue una de las mayores estrellas del mundo del fútbol, pero diversas polémicas y, sobre todo, el accidente que le costó la pérdida de una pierna acabaron por mandarle lejos de los terrenos de juego.

Después de dar muchos tumbos, ha encontrado la felicidad de la manera más inesperada: de camarero en una pizzería. El exatacante de Espanyol, Sevilla y Málaga, entre otros, ha pasado de poner goles en la red a poner pizzas.

De su época de futbolista guarda buen recuerdo, si bien con los años se ha dado cuenta de que confió en quien no debía. "Me manejaron el dinero, hicieron lo que quisieron y me acabaron robando", recuerda en el reportaje emitido por 'Jugones' de la Sexta donde han descubierto su historia. "Dejé el fútbol más que nada porque mi padre me dijo 'no sé si voy a aguantar más de dos o tres meses vivo", rememora sobre porqué colgó las botas en 2006.

Fue en ese año cuando le cambió la vida. En septiembre de 2006 sufrió un grave accidente que le acabó provocando la amputación de una pierna. "Cometí un error, me pasó esto y ya está. Me dolió lo que sucedió, pero menos mal que no pasó más de lo previsto. Me sucedió a mí y se terminó", recuerda.