El cortijo de Dany Torres, campeón del mundo de freestyle

  • El actual campeón del mundo de 'freestyle' entrena en  un 'campillo' construido hace 9 años por su padre en un terreno cedido por el Ayuntamiento de Arahal.
  • Se hizo un recinto a medida para entrenar como si fuera un circuito del campeonato.
Dany Torres realizando un salto en el terreno donde entrena.
Dany Torres realizando un salto en el terreno donde entrena.
20 MINUTOS
Dany Torres realizando un salto en el terreno donde entrena.

A las puertas del cortijo de Dany Torres, en su pueblo natal, Arahal (Sevilla), reza un cartel: 'Cuidado. Saltos peligrosos'. Más que un cortijo es un 'campillo', como a él le gusta llamarlo, un terreno en medio del campo con una caseta para cambiarse, donde el piloto de motocross freestyle prepara sus competiciones. La próxima, el 20 de julio en Las Ventas en el Red Bull X Fighters.

"Cuando no estoy compitiendo, paso más tiempo aquí que en mi casa, donde solo voy a dormir", confiesa Dany a 20 minutos, en una intensa jornada de calor en la que el termómetro marca 41 grados.

Ramón, el padre del campeón del mundo de freestyle del año pasado, construyó hace nueve años este lugar. "Al principio, era un circuito de supercross y solo tenía una caída de freestyle. Ahora es al revés", recuerda.

Torres explica: "Se hizo con la idea de disponer de todas las rampas y montículos que tendríamos durante el campeonato para estar mejor preparado". "Mi padre es el que se lo 'curró' todo: el movimiento de tierras, el agua, la luz. Yo también hago algo y lo riego para que esté en buenas condiciones", dice risueño el piloto de 25 años.

Dany tiene a su padre pluriempleado. A su condición de ingeniero improvisado añade la de mecánico -"tiene siempre la moto lista y a punto"- y la de técnico en emergencias -"cuando entreno tiene que estar con el móvil preparado por si sufro algún accidente y tiene que llamar a una ambulancia"-.

Por lo visto en el campillo, la tradición motera se perpetuará con Eneko, el primogénito de Dany Torres, un niño tímido de tres años que solo quiere estar con su abuelo y con su padre, pero que ya cabalga sobre una minimoto con ruedines. "Lo lleva en la sangre y, además, es lo que ve", afirman ambos.

Para practicar los trucos nuevos y los más difíciles está la piscina de esponja. "Entrenar es más peligroso que competir porque a una prueba llegas con todo preparado. Normalmente, los primeros intentos también son con bici porque fallas más. Con ella evito riesgos y cojo mejor las rotaciones", comenta.

Huesos rotos: 16

No está de más recordar que Dany Torres tiene 16 huesos rotos y que ha alcanzado en sus saltos 35 metros de largo y diez de alto. Por si acaso, el sevillano avisa: "Cuando te lanzas y estás a dos metros de la rampa no es momento de dudas. Es el punto de no retorno".

En sus dominios, Dany está arropado por amigos. "Entrenar siempre solo es muy aburrido. Es mejor tener compañeros de entrenamientos para picarte de buenas. Nunca se deja de aprender".

Casi todos sus rivales tienen unas instalaciones parecidas a su campillo: «Es muy importante tener facilidad para entrenar sin tener que recorrer muchos kilómetros». Pero, antes de construirlo, ¿dónde entrenaba? «En las canteras de alrededor de mi pueblo. En las excavaciones».

Para que los futuros pilotos españoles dispongan de mayores facilidades de las que él tuvo, Dany Torres tiene un plan: "Para el futuro, crear aquí una escuela de freestyle".

Disputa medioambiental

El terreno en el que Dany Torres entrena se lo cedió el Ayuntamiento de Arahal. Él y su padre lo ampliaron, pero últimamente están encontrando problemas para completar su obra.

"Esto antes era un basurero y nadie lo quería. Es un recinto cerrado en el que no molesto a nadie, pero los de medioambiente quieren proteger un riachuelo que pasa cerca y que solo lleva agua en invierno. En teoría, según la Guardia Civil, tampoco podría entrenar. Está todo parado", lamenta el sevillano.

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