Se ha roto dos dedos y ha sufrido septicemia y gastroenteritis. El patrón Graham Dalton, de 54 años, demostró ayer ser un ejemplo de superación al sobreponerse a todas las desgracias posibles para finalizar la Vuelta al Mundo de vela en solitario y rendir homenaje a su hijo Tony, fallecido de leucemia en diciembre de 2005.

El neozelandés, descalificado por llegar fuera de control en la segunda etapa en Australia, y que sufrió una septicemia y una grave gastroenteritis, atracó ayer a las dos de la madrugada en el cajón del Abra del puerto de Bilbao, punto y final de la regata, con dos dedos fracturados y después de seis averías técnicas.

Dos meses después

Dalton completó su odisea dos meses más tarde que el vencedor, el británico Bernard Stamm, que llegó a Getxo el 30 de abril. El participante español, el vasco Unai Basurko, culminó la regata el 5 de mayo, en tercer lugar, después 158 días, 18 horas y 25 minutos.