Cavendish se luce en la segunda etapa y Contador roza el maillot amarillo del Tour

Mark Cavendish (izq.), a su llegada a meta.
Mark Cavendish (izq.), a su llegada a meta.
B. C. / REUTERS
Mark Cavendish (izq.), a su llegada a meta.

Apenas tiene 24 años, cumplidos el 21 de mayo, y el británico Mark Cavendish engorda en Brignoles, meta de la segunda etapa del  Tour 2009, su ya generoso palmarés (42 éxitos en la ruta).

Con su decimocuarto triunfo del año –con una clásica como la Milán-Sanremo y tres etapas del Giro incluidas–, no sólo se afianza como el señor del sprint, sino que concreta el poderío del Columbia-HTC.

"Mis compañeros han estado magníficos", agradecía el ciclista de la Isla de Man, forjado en los velódromos y ganador de cuatro etapas en el Tour 2008.

Cavendish resumía con elogios el trabajo de la formación para capturar a los cuatro escapados que, consentidamente, rodaron fugados 162 de los 187 km de un caluroso día en el que Contador se bebió "por lo menos" cinco litros de agua; ese mano a mano con el Milram para lanzar la llegada; esa gestión de la última curva, la misma en la que el vitoriano Koldo Fernández de Larrea, debutante, se fue al suelo –también se cayó Igor Antón, sin consecuencias– y desdibujó una llegada tensa.

Sin fisuras

Escoltado por el australiano Renshaw y el alemán Martin, Cavendish ‘sprintó’ sin fisuras. Todos para uno, uno para todos. Así funciona el Columbia, que con la de Cavendish y la obtenida, también ayer, por André Greipel en el Tour de Austria, ya suma 51 victorias en 2009.

Y todas han sido posibles por Bob Stapleton, el estadounidense que rescató la formación cuando los alemanes de T-Mobile, hartos de confesiones relacionadas con el dopaje, dejaron el patrocinio.

El Tour, con el suizo Cancellara de líder desde la contrarreloj inicial, afronta el lunes su 3ª etapa: Marsella y La Grande-Motte, 196,5 km.

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