Carlota Castrejana es una mujer de mucho porte. Una deportista de gran talla. (1.88 metros, 70 kg). Participó en los Juegos Olímpicos de Barcelona'92...en baloncesto. Diploma. Quedaron quintas. Fue 75 veces internacional. Se pasó al atletismo, a la competición de altura. Y ahora, 16 años más tarde de su bautismo olímpico, con 35 años,
vuela por los cielos. Es la apuesta española para el triple salto en los
Hoy mismo brincará en El Nido, el Estadio Nacional.
Charlamos con Carlota en la Villa Olímpica, un par de días antes de su participación. Está sentada en un murete al lado del bloque de los españoles. Está escribiendo un mensaje de móvil. "Pareces una modelo. ¡Guapaaa!", le exclaman sus compañeros. Un grupo en el que está Chema Martínez, Mario Pestano, Jackson Quiñónez...
"Tranquilidad y disfrutar. Hay que competir. Lo que llegue, llegará"
"Tengo muchas ganas de empezar y me encuentro muy bien", desvela. Tranquilidad y disfrutar. Es su receta para "batir mi marca. Si lo hago y me meto en la final será fantástico". Antes de competir busca "estar pensando sólo en la tarea". Nervios, los menos. Máxima concentración. "
Lo que tenga que llegar ya llegará".
Se presenta en Beijing con su oro europeo de pista cubierta del año pasado en Birmingham (Inglaterra) y su récord nacional (14.64 metros). Muy atrás quedan los tiempos del colegio Compañía de María, en Logroño, su ciudad natal. En el patio de la escuela la descubrió un cazatalentos de la Operación Altura del ADO (Ayuda al Deporte Olímpico) que buscaba tesoros para los JJOO de Barcelona. Convencieron a sus padres, Carmen y Fernando, y se fue a Manresa (Barcelona). Luego a la Blume en Madrid.
Medallas, récords y Derecho
En las pistas se ha forjado éxito tras éxito. La avalan sus medallas europeas y sus récords: 14 de España entre altura y triple salto. Y en la vida también ha trabajado duro: ha estudiado para abogada y tiene un master en derecho deportivo.
"Mi secreto es no rendirme jamás"
"Mi secreto es no rendirme jamás". Es el lema que manda en su
página web. Y es verdad. Su dedicación, entrega, profesionalidad y corazón la han llevado, durante más de dos décadas, a formarse como
una de las mejores deportistas españolas por pabellones y estadios de todo el planeta. Ahora, toca imaginar su mejor salto olímpico, en Pekín Despega,
planea, aterriza y... ¿hasta el podio?
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