Fue un partido el de ayer con un sólo protagonista: el nerviosismo. Ambos conjuntos sabían lo que se  jugaban y disputaron el choque atenazados. Los dos primeros cuartos se sucedieron con dominio visitante. Guiados por Lescano y Keys, el equipo zaragozano lograba ventajas de cuatro o cinco puntos en el marcador, no más.

La furibunda reacción del Polaris se hizo esperar hasta el tercer cuarto. El cuadro de Husein remontó primero y se marchó en el marcador después. Especialmente destacado estuvo Hughes (19 puntos), mientras se echó de menos la labor de Bárcenas, negado. Así circuló el partido hasta los últimos cuatro minutos. Con ocho puntos a favor murciano, el CAI echó mano de su último aliento e inició la remontada, liderada por Keys. Poco a poco, el marcador se iba equilibrando, hasta que en los últimos segundos los visitantes se adelantaron. Pese a que los locales lo intentaron, fue inútil: se habían quedado sin gasolina.

Bronca tras el partido

La afición del Polaris no soportó la provocativa celebración de los jugadores del CAI Zaragoza una vez terminado el encuentro y lanzó todo tipo de objetos sobre la pista, por lo que el pabellón del conjunto murciano podría ser clausurado. La tensión se trasladó luego al túnel de vestuarios, donde algunos jugadores se encararon y hubo empujones entre profesionales de los medios de comunicación de Murcia y de Zaragoza. Un espectáculo lamentable.