El Barça traga con Eto’o

El club culé no sancionará al camerunés porque así lo quiso Rijkaard en un intento de firmar la paz.
El Barça se bajó ayer los pantalones al perdonar de un plumazo todos los desaires que había cometido su delantero Samuel Eto’o en los últimos cuatro días: el camerunés se negó el domingo a salir al césped cuando su técnico, Frank Rijkaard, se lo exigió; el lunes se entrenó en solitario sin dar explicaciones a nadie, y el martes criticó con dureza a Rijkaard y a su compañero de equipo Ronaldinho.

Tres faltas de comportamiento que ayer quedaron impunes tras la reunión mantenida por el entrenador azulgrana y el director deportivo, Txiki Begiristain. Fue el propio Rijkaard quien decidió no multar a Eto’o por el bien del equipo. «El tema se ha solucionado y ahora todos vamos a trabajar juntos», apuntó el holandés.

La paz también se firmó entre Ronaldinho y Eto’o después de que Thiago Motta les obligara a abrazarse durante el entrenamiento.

Pasión azulgrana en Can Barça

Un culebrón en seis actos

Eto’o El protagonista. Es sincero y se siente maltratado.

Rijkaard El despechado. Vio cómo Eto’o le plantaba ante el Racing.

Laporta El amigo. El presidente trató de poner paz.

Ronaldinho El rival. También le gusta ser el ‘prota’ y tiene sus armas.

Capítulo 1 Domingo El origen: Eto’o calentó en el Camp Nou durante el partido contra el Racing, pero se negó a jugar los últimos siete minutos.

Capítulo 2 domingo La cizaña: Rijkaard revela después del encuentro que Eto’o no quiso jugar y Ronaldinho le dice que piense más en el grupo.

Capítulo 3 lunes La guerra fría: Eto’o se entrena en solitario en el gimnasio. El resto de la plantilla completa una sesión de recuperación.

Capítulo 4 martes La explosión: El camerunés estalla. Ataca a Rijkaard, a Ronaldinho y al ex vicepresidente Rosell. Sólo Laporta se salva de su ira.

Capítulo 5 miércoles La reconciliación: Un abrazo sella la paz entre Eto’o y Ronaldinho. El ariete también dialoga con Rijkaard. Alto el fuego.

Capítulo 6 miércoles El final feliz: Eto’o no es sancionado. Txiki y Rijkaard dicen que el mal rollo es agua pasada. La felicidad vuelve a Can Barça.

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