Las 'guerreras olímpicas' siguen adelante y no hay quien las pare. El balonmano español femenino se plantó en semifinales de los Juegos tras derrotar a Croacia en un partido a cara de perro (25-22) que solucionaron, como suelen últimamente, en los últimos minutos, cuando el físico flojea y hay que tirar de corazón.

En el campo se han dado leña para aburrir y no hay jugadora -española y croata- sin un golpe, cardenal o arañazo. Las españolas están en el cielo y no sienten nada: "Este equipo se merece lo que ha conseguido, no hemos dejado de trabajar y confiar en nosotras", cuenta Macarena Aguilar, una de las estrellas.

No hay barrera imposible de superar. Su derrota inicial ante Corea, la lesión de Carmen Martín, uno de los puntales, el cansancio físico de un equipo que no rota mucho... no hay excusa que valga. "El equipo tiene coraje para superar esto y mucho más. Cuando estamos a tope y tenemos chispa, es muy difícil que nos derroten", señala Marta Mangué, que comienza a pagar cara su apuesta en caso de medalla: raparse sus trenzas. "Mira, no me hables que en buen momento aposté eso. Qué poco queda".

El que ya no se sorprende es el entrenador, Jorge Dueñas. "Es que ya llevo mucho tiempo con ellas y sé de lo que son capaces. Tienen una personalidad tremenda, un coraje único, pero eso no es todo. Detrás de estas chicas hay horas de entrenamiento, de prácticas que luego tienen su reflejo aquí. Eso no lo podemos olvidar. Es mucho corazón, pero mucha cabeza también".

El rival para las semfinales del próximo jueves será Montenegro. La otra eliminatoria la disputarán Noruega y Corea del Sur.