Leo Messi es uno de los nombres propios de la actualidad del FC Barcelona, pero en lugar de serlo por los motivos habituales, esto es, goles, títulos y jugadas de ensueño, lo está siendo por haber firmado su peor campaña desde que es jugador del primer equipo azulgrana, y no solo por su juego.

El argentino ha estado lejos de ser el jugador decisivo que era. Pese a haber acabado con una cifra muy importante de goles, 28 tantos, estas dianas no han valido para que el Barça gane ningún título, excepción hecha de la Supercopa de España, aunque se consiguió con un gol de Neymar.

En el plano deportivo, Messi tuvo tres grandes escenarios para lucirse: primero fue en la eliminatoria de cuartos de final de Champions ante el Atlético de Madrid. Ni en la ida ni en la vuelta el rosarino ofreció nada que ayudara al Barcelona a pasar la eliminatoria. El segundo momento fue la final de la Copa del Rey. Messi no fue decisivo, estuvo desaparecido, poco activo... y eso que tenía enfrente a un Real Madrid sin Cristiano Ronaldo. El tercero fue este sábado, ante el Atleti en la última jornada de Liga. El argentino marcó un gol anulado, pero poco más.

Se da la circunstancia de que este partido llegaba justo después de que el Barça anunciara la mejora en el contrato del jugador, y que lo convertirá en el futbolista mejor pagado del planeta.

Sólo brilló Messi en un momento: en el partido de vuelta de Liga entre el Real Madrid y el Barça en el Santiago Bernabéu. Messi marcó un 'hat-trick' y dio otro gol a Andrés Iniesta, en una victoria por 3-4 que fue decidiva para el campeonato.

Pero si por algo ha salido Messi en los medios este año ha sido por asuntos extradeportivos. Especialmente llamativo ha sido un suceso que se ha producido en varias ocasiones a lo largo de la temporada: los vómitos que afectaban al cuatro veces ganador del Balón de Oro. Durante varios partidos con el Barça e incluso con la selección argentina, las cámaras de televisión captaron al astro con arcadas o directamente devolviendo.El propio Messi admitió en su día no saber cuál es el motivo de esos vómitos, aunque el ya exentrenador del club azulgrana dijo que estos síntomas no afectaban a su compatriota.

Y además, el golpe de la imputación por un supuesto caso de fraude fiscal. El jugador y su padre fueron acusados de haber defraudado más de cuatro millones de euros a la Agencia Tributaria.

En poco menos de un mes, llega otra cita importantísima para Leo Messi: el Mundial de Brasil 2014. El rosarino es la gran esperanza de su país para reverdecer viejos laureles, pero los fantasmas de la recién acabada temporada europea amenazan al jugador. De hecho, la prensa brasileña ya ha hablado de 'Síndrome pre Mundial'.