Anna y Gerard se tomarán este año las uvas en alta mar. Lo harán tras partir en la mañana del 31 de diciembre desde el puerto de Barcelona, embarcados en la tercera edición de la Barcelona World Race, regata de vuelta al mundo a vela a dos y sin escalas.

Ocho equipos, 16 participantes, 15 hombres y solo una mujer, Anna Corbella. "Estoy sola ante el peligro", cuenta entre risas a 20minutos. La 'skipper' del GAES Centros Auditivos será la única mujer que tome la salida en esta edición, algo que lamenta. "Me habría gustado que tomara la salida alguna mujer más. No hay ningún impedimento que diga 'regata no es apta para mujeres'. Es una cosa de probabilidad: somos menos mujeres en algunos deportes, como en la vela transoceánica".

En la historia de la carrera, que vivirá su tercera edición este año, sí han participado mujeres: "En la primera edición dos y en la segunda éramos tres; en esta soy yo sola". Un porcentaje "normal", según Corbella. A pesar de ello, la vela oceánica no es solo un deporte de hombres. "¡Qué va! Es todo lo contrario. Es una disciplina que practican tanto hombres como mujeres. Es más, competimos en la misma clasificación. Yo, la verdad, no tengo ninguna dificultad por el hecho de ser mujer, no tengo ningún hándicap".

Tampoco hay machismo, entonces. "No. Al revés. Soy más noticia por ser la única y no me gusta. Me gustaría que se tratase con más normalidad. ¿Qué más da que solo haya una mujer? Somos ante todo personas. Por suerte, en este deporte, competimos todos por igual y nos respetamos todos por igual".

Uno de esos hombres con los que compartirá experiencia será su pareja en el barco, Gerard Marín. "Está yendo todo muy bien, no me puedo quejar. Empezamos a preparar este proyecto hace ya un año y medio, hemos cruzado tres veces el Atlántico y nos conocemos lo suficiente para saber que la relación funciona y somos un equipo compatible y fuerte a la vez".

"Es súper importante llevarse bien, no pelearse. Nadie quiere eso. Nuestro objetivo es común, lo que hace que pensemos de la misma forma y que eso facilite mucho la convivencia", cuenta Anna como claves para una buena participación. Sin embargo, no quiere decir que tengan el mismo carácter. "Yo soy más reflexiva y Gerard es más de acción, más impulsivo. Hay que mantener ese equilibrio en el barco". Anna ya participó en la 2010/2011 con otra compañera. ¿Se entenderán un chico y una chica de igual manera que dos chicas? "Evidentemente, la preparación que he hecho con Gerard ha sido muy distinta, pero todo ha ido muy bien".

El objetivo es "acabar la regata". "Pero no vamos de vacaciones, vamos a competir. Queremos ir lo más rápido posible, así que el ritmo de navegación será alto". Algo que no asegura quedar en buena posición. "Son regatas muy largas, pasarán muchas cosas, imprevistos, problemas... Y nosotros no estamos al margen de todo esto. Pero, contando que todo irá bien, queremos hacer una buena regata y dar guerra".

Serán tres meses fuera de casa. "Es mucho tiempo. Lo que más echaré de menos será a mi perro, porque apenas tendré contacto con él en estos meses. Con la gente, en un momento de agobio, sí podré tenerlo a través de un teléfono vía satélite o a través de un mail. Mi perra hace nueve años que la tengo, es parte de mi día a día y, que de repente, te falte eso es una cosa que cuesta asumir", se resigna.

Este es uno de los miedos de una persona que reconoce temer "a muchas cosas". "Sobre todo, a las cosas que no podemos controlar: un objeto flotante, un iceberg... Algo que te puede arruinar una regata y que depende un poco de la suerte".

Anna proviene de una familia muy aficionada a la vela, por lo que conocía la disciplina aunque no le atrajese en demasía. "Mis padres eran aficionados a la vela, y me inculcaron su gusto por ella, aunque les costó bastante porque al principio no me gustaba. Pero, con el paso del tiempo, me fui metiendo y cada vez iba un poco más lejos". Tanto que hasta se enganchó del todo a la vela, con locura incluida. "Descubrí el mundo de la vela oceánica y me planteé una locura, atravesar el Atlántico en solitario. Eso fue mi rito de iniciación y lo que me enganchó completamente a este mundo".

Un deporte que le exige dedicación máxima. "Ahora me dedico exclusivamente a este proyecto. Necesitas el 150% de tu tiempo para prepararlo, sobre todo la parte técnica. Yo estudié veterinaria y he trabajado incluso, pero ahora no la puedo compaginar con la vela. De todas formas, no descarto que cuando pase todo esto vuelva a trabajar en esta profesión, que es el otro sueño de mi vida". Algo que se atisba lejano, porque Anna tiene cuerda para rato. "Seguiré así hasta que el cuerpo aguante", asegura.

La Barcelona World Race 2014/15 es la tercera edición, tras las de los años 2007/08 y 2010/11, de la única regata de vuelta al mundo a vela a dos (con dos tripulantes por barco) y sin escalas.

Esta ocasión, la regata, que forma parte del Campeonato del Mundo Ocean Masters de la clase IMOCA, tiene la salida programada para el 31 de diciembre de 2014 a las 13.00 horas, desde el puerto de Barcelona. La llegada de los primeros está prevista a finales de marzo de 2015.

Los 8 barcos —IMOCA 60, de 18 metros de eslora— recorrerán unas 23.000 millas náuticas, en un recorrido circular de Barcelona a Barcelona, dejando los cabos de Buena Esperanza (Sudáfrica), Leeuwin (Australia) y Hornos (Chile) por babor (la izquierda) y rodeando la Antártida por estribor (la derecha). En tres meses, los navegantes pasarán por 12 zonas climáticas y tres océanos, además del Mar Mediterráneo.