Así, y después de que Fernando Alonso arañara una novena plaza en la parrilla de salida y manifestara que su objetivo era limitarse a puntuar, surgió la noticia del día en Malasia.

Kovalainen y Hamilton, que habían quedado en tercer y cuarto lugar respectivamente, eran sancionados por entorpecer la ronda de calificación, y quedaban relegados al octavo y al noveno lugar.

Alonso, de esta forma, se aupaba a la séptima posición.

La escudería británica, comandada por un Lewis Hamilton que confesaba su infortunio, cerró filas y aceptó la decisión de los comisarios, aunque quiso dejar claro que esta maniobra no había sido intencionada.

Así, con este convulso panorama, y con la posibilidad de lluvias, Alonso quiere aprovechar la coyuntura e imponer su talento al volante para quedar cerca de los Ferrari, que, salvo debacle, parecen destinados a copar las primeras posiciones de la clasificación final.

Si es capaz de mejorar la cuarta plaza de Australia, lo comenzaremos a saber en pocas horas, y nuestro multimarcador te lo contará al detalle.