Don Alfredo di Stéfano, el motor de un cambio en el Madrid

Fotografía de archivo tomada el 15/04/1962 del exjugador y presidente de honor del Real Madrid, Alfredo di Stéfano (i).
Fotografía de archivo tomada el 15/04/1962 del exjugador y presidente de honor del Real Madrid, Alfredo di Stéfano (i).
EFE
Fotografía de archivo tomada el 15/04/1962 del exjugador y presidente de honor del Real Madrid, Alfredo di Stéfano (i).

Si el Real Madrid fue designado "Mejor club del siglo XX" por la FIFA, un buen porcentaje de la elección descansa sobre los méritos de Alfredo di Stéfano, fallecido este lunes en un centro hospitalario de Madrid a los 88 años de edad. La Saeta Rubia fue el aliado perfecto en el campo de los planes gestados en los despachos de presidente Santiago Bernabéu y las dos figuras son indisolubles: sin una no sería explicable la otra; y viceversa.

Bernabéu se prendó de Di Stéfano durante un amistoso contra el Millonarios de Bogotá colombiano en el marco de los fastos por el medio siglo de vida de la entidad. Su movilidad, su presencia, su desparpajo convencieron al directivo manchego, quien no dudó en establecer toda una guerra con el Barça, acaso el primer gran episodio conflictivo entre los dos clubes, por hacerse con sus servicios. Lo lograría.

Cuando la Saeta Rubia llegó a Chamartín en 1953 el club blanco llevaba 21 años sin ganar la Liga y en ese tiempo tan solo se había alzado con 4 Copas. Sin embargo, once años después, al dejar el equipo, los madridistas eran considerados el mejor club del viejo continente.

Durante sus años en la institución, siempre bajo la presidencia de Bernabéu, ganó cinco Copas de Europa (marcando en la finales de las cinco), siete Ligas, una Copa Intercontinental, una Copa y dos Copas Latinas. Cambió de manera decisiva la historia de un club que hasta su llegada vagaba sin rumbo.

Un icono, una referencia

No hay aficionado madridista que hoy, 50 años después de su marcha, no conozca la figura de Di Stéfano, que no sepa que era un jugador sin posición fija, que bajaba a recibir el balón a su área para comenzar la jugada y al momento aparecía en el área rival para definir. Pero por encima de todo destaca el idilio que mantuvo el '9' con Europa y que es conocido por todo seguidor blanco.

En la Copa de Europa, creada por iniciativa de Santiago Bernabéu en la temporada 1955-56, el Real Madrid ganó al Stade Reims ese primer año. A partir de ahí y de forma consecutiva cayeron Fiorentina, Milan, de nuevo Stade Reims y Eintracht de Frankfurt. Esta última victoria le permitió disputar y ganar la Copa Intercontinental ante el Peñarol uruguayo. En todos esos partidos, incluyendo la Intercontinental, la Saeta anotó al menos un gol

En 1964 abandonó el club de su vida. Tenía 38 años y su salida no fue todo lo buena que hubiera merecido. Su fuerte carácter le llevó a no querer seguir en el club de Chamartín en otro rol que no fuera el de futbolista y a pesar de su edad, Di Stéfano decidió marcharse al Espanyol para continuar su romance con el balón dos años más. Por aquel entonces el futbolista había sufrido uno de los mayores trances de su vida. En agosto de 1963 fue secuestrado en Caracas durante dos días. El altercado terminó bien felizmente.

"Me retiré a los 40 años porque mis hijas un día me miraron y me dijeron: 'Papá, calvo y con pantalones cortos, no quedas bien'", confesó en un ocasión. Y quizá por esa amarga salida, por supuesto por su aportación en la historia de la entidad, Alfredo di Stéfano fue nombrado presidente de honor del Real Madrid en 2000, justo a la llegada de Florentino Pérez a la presidencia. Ser el primer embajador del Real Madrid por el mundo le permitió, además, recoger el galardón que reconocía al Real Madrid como el mejor club del siglo XX. Un galardón para el que su aportación fue decisiva y fundamental.

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