El esquiador italiano Alberto Tomba gasta todavía un bronceado eterno, quizás de tantos años en blanco. Retirado desde 1999, la Bomba ocupa ahora su tiempo en la Fundación Laureus.

¿A qué se dedica ahora?

Trabajo para Laureus, viajo mucho y estoy en proyectos televisivos.

¿Qué objetivo persigue trabajando para Laureus?

Que todos los niños del mundo hagan deporte y se olviden del odio y de las guerras.

Por su carácter, comparan a Bode Miller con usted...

Es un deportista que sigue sus sentimientos, como yo. Él no es muy diplomático, pero es un gran atleta. Yo soy parecido, me guían los sentimientos.

¿Echa de menos la nieve?

Bueno, alguna vez que otra me gustaría estar compitiendo, sentir le energía que sentía en la puerta de salida antes de una bajada, mirando a todos los fans que me estaban esperando en la llegada.

¿Sigue haciendo deporte?

¡Claro que sí! Me gusta hacer deporte para sentirme saludable y en forma.

Con tanto trabajo, ¿tiene tiempo para algún hobby?

Me gustan los vinos y tengo mi propia bodega. Soy un gran aficionado. Además, siempre que puedo, me escapo a relajarme en el mar.

¿Por qué piensa que España no triunfa en el esquí?

No es fácil, tiene que haber una federación fuerte, un trabajo de búsqueda de talentos por todo el país... Es un proyecto a largo plazo, no a corto, pero si se ponen los medios adecuados podéis conseguir hacer una gran equipo.

¿Qué conoce de España?

Es un país que me encanta, he estado allí muchas veces y volveré. Amo el marisco y el vino tinto. Tengo unos recuerdos maravillosos de las montañas de Sierra Nevada desde que gané allí dos medallas de oro en los Mundiales de 1996.