El Real Madrid se enfrentó como visitante al Valencia en la 27ª jornada de LaLiga con mucho en juego, y el encuentro no defraudó. Empate a dos con muchísima intensidad y muchísima polémica en el que brilló con luz propia Vinicius Jr., enemigo número 1 y persona non grata en Mestalla para la afición che que tuvo que soportar su doblete y sus celebraciones y respondió de forma muy ruidosa e irrespetuosa también.

El partido se fue calentando desde los prolegómenos. En la salida del equipo de su hotel de concentración, las primeras reacciones fueron de apoyo mayoritario a Vinicius, arropado por la afición merengue en Valencia. Aun así, algún grito dudoso se pudo dejar escuchar ya en su contra también. 

En cambio, no hubo incidentes reseñables ni destacables a la llegada del bus blanco a Mestalla. Sin embargo, se debió a que la Policía optó por desviar la comitiva blanca por otro acceso, impidiendo que el grueso de aficionados con bengalas y petardos les increparan. Mientras, la afición che protestaba a las afueras del estadio contra la gestión de Peter Lim al frente del club.

La afición che recibió posteriormente a los suyos con bengalas y mucho ruido, acordándose de las cámaras de Netflix que no pudieron entrar a su estadio y rondaban por allí; y de Vinicius: "¡Puta Real Madrid, Puta Real Madrid", "Madridista el que no bote" y "¿Dónde están los de Netflix?". 

Igualmente, en el calentamiento, hubo una pitada monumental al conjunto blanco, aunque sin gritos concretos contra Vini. Lo que sí apareció por Mestalla fueron unas pancartas contra Peter Lim que, además, mostraban a Vinicius como en la portada de Superdeporte de 'Pinochius', con una nariz alargada postiza, y la frase: "Vini, nos das igual".

Con el partido ya comenzado, la pitada al Real Madrid y sobre todo a Vini cada vez que la tocaba era ensordecedora. Mucha intensidad y agresividad por parte del Valencia, con una amarilla ya en los cinco primero minutos. Cánticos, además, contra el brasileño: "Qué tonto eres, Vinicius qué tonto eres".

El Valencia consiguió adelantarse en una primera mitad muy floja del conjunto blanco y de su estrella, pero tras verse 2-0 abajo por un error suyo, al filo del descanso, el mismo Vinicius apareció en el segundo palo para recortar distancias. Al celebrar el gol, alzó el puño posando para el estadio, que respondió con un abucheo monumental.

Ya en la segunda parte, el conjunto blanco logró empatar de nuevo gracias a Vinicius, en una jugada de mucha calidad de Brahim que remató de cabeza solo en el segundo palo. Ahí aprovechó y celebró incitando a la grada a insultarle y silbarle aún más, y Mestalla respondió. El suspense de la revisión del VAR caldeó aún más los ánimos, pero el gol subió al marcador para alegría de Vini.

El brasileño acabó siendo MVP de un partido que pudo ganar el Madrid, ya que Gil Manzano pitó el final un segundo antes de que el remate de Bellingham de cabeza entrase en la portería. Ahí hubo movimiento, pero Vini, que ya tenía una amarilla, no se vio involucrado en las protestas que le costaron la expulsión al inglés.

El año pasado, el brasileño fue protagonista absoluto del choque, yéndose incluso expulsado tras varias trifulcas y encarado con una grada en la que algunos energúmenos le insultaron de forma racista. Vinícius lo denunció, el mundo entero se hizo eco, Brasil entera se solidarizó con su crack apagando incluso el Cristo de Corcovado, y a la afición valencianista se la tachó de forma generalizada de racista.

No sentó nada bien esa etiqueta al club y a la amplia mayoría de sus seguidores, y menos cuando Vini denunció a los responsables de los gritos de '¡mono, mono!' que recibió. Sin embargo, un abogado de los acusados se inventó que el brasileño generalizó ante el juez señalando a todo el valencianismo, y desde entonces la hostilidad no ha parado de crecer, con portadas insultantes contra el extremo sudamericano y canciones que Mestalla le preparó para este sábado.