Carlos Sainz se despidió de sus opciones en el GP de Bélgica a las primeras de cambio. El español estuvo muy desafortunado en una maniobra 'kamikaze' en la salida y acabó tocándose con Piastri, una acción que acabó con todas sus opciones al provocar su retirada.

Todo ocurrió en una peligrosa salida en el Circuito de Spa-Francorchamps con un resultado terrible para el madrileño. Sainz salió bien, pero en la primera curva intentó una peligrosa maniobra para esquivar a Hamilton, que amenazaba por fuera, dejando sin espacio a Piastri por dentro.

El piloto de McLaren estaba encerrado en el vértice y no pudo esquivar al español pese a intentarlo incluso jugándosela contra el muro, y terminó clavando su neumático delantero izquierdo en el costado del bólido rosso.

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El golpe provocó un daño grave en un coche que empezó a rodar con un 5% de pérdida aerodinámica, una verdadera locura para un bólido de esta superprecisa Fórmula 1. Sainz se mantuvo en pista pese a ser adelantado por todos, rodó unas veinte vueltas y acabó guardado en coche en boxes con la aparición de la lluvia en el ecuador de la carrera... no había más que hacer para el español en otro mal fin de semana de Ferrari.