La expectación es máxima en torno a Fernando Alonso y sus primeros pasos con su nueva escudería, Aston Martin. El asturiano no esperó ni un solo segundo tras la última carrera del año en Yas Marina para comenzar a trasladarse al box del equipo británico, y menos aún para ponerse al volante del AMR22. Este martes el bicampeón se subió a su nuevo monoplaza, o una pequeña muestra de lo que puede ser el próximo año, y comentó sus primeras impresiones.

Ataviado con un mono completamente negro, sin sponsors, y un casco con el número 14 destacando sobre un estampado de rayas blancas y negras, condujo el coche de Aston Martin para notar las primeras diferencias entre Alpine y su nuevo equipo se hicieron notar sobre la pista. "Hemos dado 97 vueltas sin ningún problema", dijo el piloto después de confirmar que no había habido sorpresas porque "el coche se ha comportado bien".

Alonso tiene una tarea de cara al invierno, cuando tocará "trabajar duro", con "muchas horas en el simulador, aprendiendo todos los controles del volante y los procedimientos", que son completamente opuestos a los que tenía en la escudería francesa.

"Tengo que practicarlos hasta que se vuelvan automáticos, en mi cabeza, en mis dedos", explicó, ya siendo exigente desde el primer día y con el objetivo de "llegar a Bahrein al cien por cien", para luchar por las mejores posiciones desde la primera carrera.

Eso sí, "el coche del año que viene será muy diferente comparado con este", aseguró el asturiano, lo que ha despertado entusiasmo e ilusión de cara a 2023, pues fue el tercer piloto más rápido en los test de la mañana. "Estoy deseando que llegue el año que viene", señaló.

Su primera experiencia sobre el monoplaza también dejó algunas cosas que mejorar para la próxima temporada. "Por ejemplo, el asiento no era perfecto porque tengo un poco de dolor en diferentes lugares", por lo que habrá que fabricar uno nuevo.

"También los mandos del volante, el volumen de la radio... todas esas pequeñas cosas que tenemos que perfeccionar", apuntó Alonso, para el que "es importante que se solucionen lo antes posible" para poner el foco cuanto antes sobre el coche.

El bicampeón también ha destacado "algunas filosofías diferentes en torno a la configuración y desarrollo del coche, así como la gestión de la unidad de potencia", sobre lo que ha podido obtener un "feedback inicial". Con esa información, se reunirá con el equipo para tratar de potenciar al máximo el AMR23. 

Tras una jornada "muy especial", de presentaciones e ir cogiendo rodaje, Alonso ha reconocido que "tenía muchas ganas de que llegara el día de hoy", más aún después de "sentir la energía del equipo y lo motivado que está todo el mundo". "He sentido un ambiente muy especial en el garaje", reveló el piloto.