El reconocimiento que llega por la ayuda que fue: Paloma del Río y Antonio Pampliega

  • El próximo 25 de noviembre los periodistas serán reconocidos en Gran Canaria por su implicación en la defensa de las mujeres bajo la amenaza talibán, la asistencia a inmigrantes y el papel a favor de profesionales de la comunicación.
  • Paloma del Río implicó al mundo del deporte, que se volcó en ayudar a través de donativos, para que cerca de una decena de deportistas salieran de Afganistán.  
La periodista Paloma del Río en una foto de archivo
La periodista Paloma del Río en una foto de archivo
Archivo
La periodista Paloma del Río en una foto de archivo

Paloma del Río y Antonio Pampliega se conocerán cara a cara y no por las nuevas tecnologías, el próximo día 25 de noviembre y recibirán un sentido homenaje por su implicación en la defensa de las mujeres bajo la amenaza talibán, la asistencia a inmigrantes o el destacado papel a favor de profesionales de la comunicación, en los Premios Charter 100 Gran Canaria 2022.

Uno de los rasgos que honran a la periodista deportiva Paloma del Río es que nunca niega nada a sus amigos. En este caso, una llamada desesperada de otro periodista, Antonio Pampliega, suena en mitad de un día cualquiera en forma de grito de auxilio. En plena pandemia, justo cuando las tropas estadounidenses se retiran de Afganistán en 2021, el régimen talibán regresa al poder instaurando la sombra del vacío en las mujeres, que aún perdura e incluso se agrava cada día.

Una de ellas, la capitana de la selección de baloncesto de silla de ruedas, Nilofar Bayat, contacta de alguna manera con Antonio Pampliega, al que había conocido años antes. El periodista especializado en zonas de conflicto, acabó secuestrado 299 días por Al Qaeda y por esa época, terminaba uno de sus libros más psicológicos donde relataba el horror de los interrogatorios, de las palizas y las torturas que sufrió. Nilofar Bayat, desesperada, sabiendo de su empatía por el pueblo afgano le dijo “Los talibanes van a entrar en Kabul. Tenemos mucho miedo. Mi vida se acaba Antonio”.

A partir de entonces, esa llamada a Paloma del Río pone en alerta también a la especialista en igualdad de RTVE, Carolina Pecharromán. La lucha contrarreloj empezó al implicar al presidente de la FEB, Jorge Garbajosa, al Consejo Superior de Deportes y a altas instancias del Gobierno, incluido el Ministerio de Exteriores.

En dos días se mueven y consiguen visados para que Nilofar y su marido embarquen con destino a Torrejón. El resto de las ocho componentes del equipo de baloncesto en silla de ruedas, lo intentaron y se pasaron 48 horas en el aeropuerto de Kabul, sin agua, sin comida, apaleadas por los talibanes, sorteando atentados, buscando desesperadamente las camisetas rojas identificativas de la ayuda española. Las deportistas sabían que llegaría su hora. Es más, del Río apunta que salieron a lo largo de 2022 tres en marzo, cuatro en agosto y cuatro en septiembre. El resto del equipo sigue atrapado en su país y necesitaba gritar por su libertad.

Del Río implicó al mundo del deporte que se volcó con donativos. Theresa Zabell, Gervasio Deferr, Almudena Cid, Eli Pinedo y tantos otros que, junto con una ONG muy implicada que prefieren el anonimato, consiguieron los donativos para poner en marcha las vidas de las jóvenes deportistas ubicadas en el centro de acogida de la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR) y en Bilbao. No se trata de salvarlas de un régimen que anula a la mujer, se trata de rehacer la vida desde la libertad y aún hoy, la lucha continúa.

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