La selección española de baloncesto, actual campeona europea y mundial, tiró de épica el pasado viernes en Italia para asegurarse la defensa del cetro y poner pie y medio en el próximo Mundial, que se jugará en 2023 en Filipinas, Japón e Indonesia, volviendo a dar un recital de compromiso, solidaridad, intensidad y buen juego en Pésaro para asaltar a una selección italiana que no le perdió la cara al partido en ningún momento, apoyada por el calor de su afición, pero que no encontró soluciones para parar a la auténtica estrella del partido, el base Jaime Fernández (Tenerife), que sirvió de guía a 'La Familia' con sus 28 puntos.

Además, la España de Sergio Scariolo logró la victoria, como viene haciendo en las ventanas FIBA, sin sus principales baluartes, los jugadores de NBA y Euroliga. Aun así, para alcanzar el triunfo tuvo que trabajar de lo lindo, ante una selección transalpina que no supo aprovechar sus oportunidades para aturdir a la selección española, acostumbrada a sufrir, pero casi imbatible en el cuerpo a cuerpo.

De más a menos hasta el milagro de la prórroga.

Los primeros compases de partido fueron más sencillos, llegando a llevar España una ventaja de +10 en algunos compases del primer cuarto. En el segundo, en cambio, comenzó a vislumbrarse lentamente la reacción italiana, que quedó a solo 3 puntos al descanso (33-36). Esa fue la distancia prudencial que pudo mantener España en el tercer cuarto, mientras Italia seguía apretando para encontrar su momento, que llegaría en el último cuarto del partido. 

Hasta entonces, la inconfundible habilidad defensiva de Alberto Díaz, con 5 robos, mantuvo los mimbres de 'La Familia', a la que aportó además 8 puntos, 4 rebotes y 7 asistencias. Mientras Jaime Fernández imponía su ley en la anotación, contó también como escuderos con Joel Parra (12 puntos 8 rebotes) y Sebas Sáiz (9 puntos 5 rebotes), que paliaron en parte la gran actuación de Mannion, el mejor de los italianos con 20 puntos, Spissu (12 puntos) y Biligha (10 puntos).

Sin embargo, en el último cuarto, la selección se dejó llevar (17 pérdidas en todo el encuentro) y acabó poniendo en peligro la victoria e incluso el empate, aunque finalmente la prórroga fue la que dictó sentencia tras el 70-70 final. Y, entonces, la máxima constante del encuentro, Jaime Fernández, volvió a aparece para sellar con sus canastas el triunfo y medio billete al Mundial. Ahora, a los de Scariolo les queda enfrentar a Países Bajos en Huelva el próximo lunes, y superar apenas dos ventanas FIBA más para llegar a Filipinas, Indonesia y Japón, un país de grato recuerdo baloncestístico para toda España, donde Pepu Hernández y sus pupilos ganaron el primer Mundial, y donde 'La Familia' intentará reescribir la historia.