Aurélien Tchouameni llega al Real Madrid procedente del Mónaco para reforzar el centro del campo blanco, pero sobre todo con la etiqueta de nueva joya del fútbol continental.

Las cualidades del galo aportarán agresividad y movilidad al equipo. Pese a que Tchouameni, de 22 años, destaca especialmente por su capacidad defensiva, puede convertirse en una amenaza ofensiva si la situación lo requiere, bien sea por su buen ojo para asistir como para rematar desde la larga distancia. Dos armas que ampliarán el abanico de alternativas del Real Madrid.

Desde el conjunto blanco ven a Tchouameni como un sucesor natural para Casemiro, por lo que el francés no está obligado a tener un impacto inminente en el equipo, pero sí contará con las herramientas para hacerse con hueco en la plantilla y labrarse un futuro a medida que vaya ganando protagonismo.

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Los expertos coinciden en su mayoría en que Tchouameni es uno de los jugadores con mayor proyección en el fútbol europeo, por lo que su crecimiento será definitivo a la hora de plantear dónde podría estar su techo. Más de uno se empeña en compararle con Paul Pogba, pero lo cierto es que la nueva incorporación del Real Madrid tiene todo lo necesario para hacerse a sí mismo como jugador, sin necesidad de seguir la estela de ningún nombre propio.

Estamos hablando de un portento físico con una facilidad inusual para robar balones, su habilidad más destacada sobre el césped. Intenso, atento y dispuesto, Tchouameni no suele cometer errores de principiante y no deja pasar la oportunidad de tornar una buena defensa en el comienzo de un buen ataque. Tiene un buen pase de larga distancia y suple su falta de control con actitud y físico.

Hay quien ve a Tchouameni como la tercera punta de un tridente formado por él mismo, Camavinga y Valverde, que sirva como refresco del asentado trío Modric-Casemiro-Kroos.