Nikita Mazepin es sin lugar a dudas el piloto más polémico de la actual parrilla de Fórmula 1. El ruso llegó ya sacudido por la crítica después de que protagonizase unas imágenes tocando de más a una amiga suya, y en lo deportivo, al ser un corredor considerado "de pago". No obstante, el ruso, en lugar de intentar sacarse esa losa mediática, en cierto modo la ha abrazado y con sorprendente fuerza. 

La peligrosa acción entre Mazepin y Schumacher en Azerbaiyán que pudo acabar en tragedia y no se vio en TV

Sobre el asfalto se ha ganado la etiqueta de ser un piloto que compite en la línea de la legalidad, apurando al máximo sus opciones en cada adelantamiento, ganándose la protesta y el enfrentamiento con más de uno. Sin embargo, en la previa el GP de Rusia sacó su faceta más amable y humana con un pequeño aficionado con una dura enfermedad al que le ayudó a cumplir uno de sus sueños.

Makar, que sufre una extraña enfermedad que le ha causado una especie de parálisis cerebral, fue el invitado estrella durante el Gran Premio al 'box' de Haas de la mano de Mazepin. Nikita se lució en su casa y recibió con todos los honores al pequeño aficionado cuyo sueño era ser piloto de Fórmula 1 y, en cierto modo, lo pudo ser por un día. 

Junto con su ídolo, Makar paseó por el paddock del Circuito de Sochi, conoció el garaje de Haas y le montó en su monoplaza enseñándole toda la tecnología que esconde su volante.

Además, Mazepin ha querido involucrarse también en la salud de Makar y en la de otros muchos que sufren este tipo de enfermedades. Así, el piloto arrancó una campaña de recaudación de fondos en redes sociales que irán destinados a la investigación en todo tipo de parálisis cerebral. Un gran gesto del de Haas para limpiar su nombre tras todas las críticas que ha recibido en esta primera temporada de Fórmula 1.