Andrea Iannone continúa cumpliendo su condena de 18 meses de inhabilitación por dopaje impuesta por la Federación Internacional de Motociclismo por haber tomado esteroides, algo que él niega y en cuya inocencia cree su equipo Aprilia.

El piloto recurrió su sanción, que se hizo efectiva en marzo, mientras que la Agencia Mundial Antidopaje pidió que se extendiera hasta cuatro años. Ahora, el italiano ha hablado sobre cómo se siente ante tal situación.

"Me siento secuestrado, como si me hubieran robado mi vida. Mi deber es seguir las reglas y esperar que la justicia siga su curso", dijo ante los medios en Milán.

"Hoy estoy sufriendo, pero al mismo tiempo soy más maduro y consciente. Este período me ha enseñado tanto, que en la vida todo es impredecible y difícil de calcular. Hoy en día, si escucho a la gente quejarse de cosas inútiles, les digo que aprendan a apreciar las cosas que tienen. Mi vida ha cambiado", añadió, resignado por la sanción que le mantiene alejado de su moto desde finales de 2019.

Este jueves, el Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS) se reunirá para tomar una decisión al respecto del piloto de MotoGP.