Rio Ferdinand está feliz en la actualidad, pero su vida no siempre fue tan luminosa. En 2015, la muerte de su primera mujer, Rebecca, a causa de un cáncer de mama, le hundió en una depresión por la que se planteó incluso el suicidio. Ahora, en un nuevo documental que protagoniza junto a Kate, su actual esposa, confiesa que se hizo adicto al alcohol durante los meses posteriores a la muerte de Rebecca.
"Bebía casi todas las noches una vez que los niños se habían acostado. No estaba bien", explica el exjugador del Manchester United y actual comentarista televisivo.
Ferdinand recuerda que creía que sus hijos no se daban cuenta de su adicción, aunque no era así: "Pensé que se lo estaba ocultando, y cuando lo escuché fue difícil", asegura.
Después, conoció a Kate y volvió a encontrar la felicidad: "Sentí que me habían repartido una mano terrible, pero la suerte puede cambiar".
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