Muchas veces se cuestiona si la calidad técnica tanto en el fútbol como en otros ámbitos se nace o se hace. Jugadores como Cristiano Ronaldo, demuestran que con trabajo se puede llegar a donde uno quiera. Sin embargo, los protagonistas de esta pieza, muestran que, claramente, existen cualidades innatas y hasta genéticas en esto del fútbol.

Cesare, Paolo y Daniel Maldini

Daniel Maldini, hijo de Paolo y nieto de Cesare, debuta con el Milan en la Serie A

El caso más reciente y sorprendente es el de los Maldini, un apellido que ha dado tres generaciones de futbolistas milanistas. Cesare disputó 12 de las 14 temporadas de su carrera vistiendo los colores rossoneri, de 1954 a 1966, para más tarde volver como entrenador en 1972. 

Casi veinte años más tarde, su hijo, Paolo, recogería el testigo cuando en 1985 se vestía por primera vez como profesional de rojo y negro, agrandando aún más el apellido Maldini y defendiendo casi 25 años los colores del club. 648 partidos más tarde, terminaría retirandose, ya en 2009.

El último Maldini de la saga, Daniel, debutó el pasado 2 de febrero, a sus 18 años, en el partido del Milan contra el Hellas Verona, entrando como suplente en San Siro. De esa manera completa una fantástica historia de tres generaciones defendiendo los mismos colores de una camiseta.

Patrick y Justin Kluivert

Patrick Kluivert fue un jugador de los años 90 y principios de 2000 que deslumbró en su etapa en el Ajax, Milan y FC Barcelona. Más adelante también jugó en la Premier y en el Valencia. Patrick también le inculcó a su hijo el amor por el fútbol y Justin lleva ya tres años jugando profesionalmente.

Criado en la cantera del Ajax, Justin Kluivert debutó en 2017 con el equipo holandés, donde jugó hasta 2018, antes de recalar en la Roma, donde juega actualmente.

Peter y Kasper Schmeichel

Los Schmeichel son dos leyendas de las porterías de la Premier League. Primero vino Peter, que debutó en su Dinamarca natal, pero se convirtió en estrella defendiendo durante ocho temporadas la meta del Manchester United, con los que ganó un triplete y cinco Premier Leagues.

Su hijo, Kasper, pese a no haber llegado al nivel que demostró su padre, también ha hecho sus méritos para ser recordado en Inglaterra, puesto que fue uno de los artífices de la histórica liga que ganó el Leicester.

Mazinho, Thiago y Rafinha Alcántara

Mazinho consiguió empapar a sus hijos el amor a la pelota. Como jugador, fue campeón de América en 1989, del mundo en 1994 y subcampeón olímpico en Seúl 1988, todo con la selección brasileña. En su carrera también tuvo su paso por LaLiga, donde jugó en Valencia, Celta y Elche.

Sus hijos fueron criados en una de las mejores escuelas de fútbol en el mundo, La Masía. Tanto Thiago como Rafinha tuvieron un exitoso paso por la cantera culé llegando a debutar con el primer equipo, pero ambos tuvieron que salir de Barcelona para disfrutar de minutos. Thiago lo haría al Bayern, donde juega ahora mismo, y Rafinha, tras ser cedido al Inter, se marchó el pasado verano al Celta, donde su padre es considerado una leyenda.

Gica y Ianis Hagi

Hagi padre es considerado el mejor jugador de la historia del fútbol rumano, y es también llamado "El Maradona de los Cárpatos". Tras un fantástico Mundial en 1990, Gica fichó por el Real Madrid donde estuvo dos temporadas. Fue vendido al Brescia, y un año después llegó al Camp Nou para estar dos temporadas más en el FC Barcelona.

Por su parte, Ianis está empezando a labrarse un nombre en el fútbol Europeo. Tras un frustrado año en la Fiorentina volvía a Rumanía donde ha jugador desde 2014. Actualmente, se encuentra en el Rangers, cedido por el Genk belga y ya es internacional por su selección.

George y Timothy Weah

El único jugador africano en ganar el Balón de Oro y presidente de Liberia, también puede presumir de la carrera que está comenzando su hijo. George dio el salto a Europa de la mano del Mónaco, pero fue realmente en el Milan de finales de los 90 donde trascendió y se le consideró como uno de los mejores del mundo.

Timothy, su hijo, se crió en la cantera del Paris Saint-Germain, donde debutó en 2018. Pasaría un año cedido en el Celtic para ahora jugar en el Lille, desde este último verano. 

Lilian y Marcus Thuram

Lilian fue uno de los defensas con más calidad de su época. Potente y fuerte, lideró durante muchos años la zaga de la Juventus y de la selección francesa, destacando también en el Mónaco, Parma y FC Barcelona. Además, fue campeón del mundo en 1998 y de Europa en el 2000.

Su hijo, Marcus, ha empezado a destaparse como delantero desde que fichó por el Borussia Monchengladbach en el pasado mercado veraniego. Con los alemanes lleva 10 goles en 28 partidos disputados.