El FC Barcelona vivió una dura primera mitad en su eliminatoria de dieciseisavos de final de la Copa del Rey, que le enfrentó al modesto Ibiza de Segunda División B. Al equipo de Quique Setién le costó entrar en el partido y para cuando se dio cuenta iba por detrás en el marcador.

El conjunto isleño le puso más intensidad a los primeros minutos de juego y logró su recompensa antes de llegar al cuarto de hora, cuando Pep Caballé definió una buena jugada por la banda izquierda.

El centrocampista llegó desde segunda línea y aprovechó la falta de contundencia del barcelonista Riqui Puig para comerle la tostada y rematar el centro al fondo de la red.

La jugada del gol no fue la única ocasión que puso en pie al público de Can Misses, ya que el árbitro le anuló otro gol al Ibiza, que también se topó con el palo en una jugada que terminó con una intervención salvadora de Neto.

El Barcelona dominó totalmente la posesión del balón, pero no encontró la forma de hacer daño a su rival y su afición se temió lo peor cuando el equipo se retiró a los vestuarios en el descanso sin haber creado una sola acción de peligro.

La decepción azulgrana continuó en la segunda mitad, pues los de Setién no dispararon a puerta hasta el minuto 67, tras una jugada finalizada por Rakitic con un tiro lejano que no puso en aprietos al portero local.

Griezmann salvó al Barça

El Barça pisó el acelerador para aprovechar esa inercia y solo unos minutos después apareció la figura de Griezmann. El francés puso el empate con su décimo tanto de la temporada, en la que ha marcado en todas las competiciones que ha jugado.

Griezmann aprovechó un gran pase interior de De Jong cuando aún faltaban 15 minutos para el final del tiempo reglamentario.

El francés volvió a ser protagonista en el tiempo de descuento, cuando todo apuntaba a que el partido se iba a la prórroga, ya que anotó el tanto que decidió la eliminatoria y metió al Barcelona en los octavos de final.