Jean Paulo Fernandes hijo, portero brasileño que militaba hasta esta semana en el Sao Paulo, fue detenido esta semana en el condado de Orange (Florida) tras una fuerte paliza que le propinó a su esposa, Milena Bemfica. La propia víctima compartió varios vídeos en instagram en los que denuncia lo sucedido y muestra las secuelas.

"Gente, estoy en Orlando y miren lo que me acaba de hacer Jean. ¡Que alguien  me ayude! Jean acaba de pegarme. Ten calma mamá, estoy bien. ¡Quiero justicia, quiero justicia! Estoy encerrada en el baño", cuenta en el vídeo.

El cancerbero fue arrestado el miércoles en un hotel de Orlando tras darle hasta ocho puñetazos en la cara a su esposa, según consta en la denuncia de la policía, y compareció inmediatamente ante el juez, quien ordenó su puesta en libertad sin fianza, pese a que el parte asegura que el acusado no cooperó en el momento de la detención y que fue "el agresor principal" que "causó daños corporales de manera intencionada" sobre su esposa. 

El incidente se produjo a primera hora del miércoles, cuando la pareja comenzó una discusión que derivó en agresiones físicas mutuas. Entre otras cosas, Fernandes empujó al suelo a su mujer, se puso encima de ella y la golpeó en la cara tres veces. Esta se defendió dándole un golpe en la cabeza con una plancha del pelo, lo que le hizo una herida en la frente. 

Fernandes propinó varios puñetazos en la cara de su esposa, que se defendió golpeándole con una plancha del pelo

Según el parte policial, la víctima "trató de salir de la habitación, pero Jean la agarró por el pelo y la arrastró al baño donde la golpeó en la cara cinco veces más". La víctima "estaba hinchada y tenía moratones debajo de ambos ojos" en el momento de la detención. La juez ha establecido orden de alejamiento del portero hacia la víctima, con la que tiene dos hijos, pese a que no ha presentado cargos.

Orange County

El Sao Paulo le ha despedido de manera fulminante

El suceso le ha costado muy caro a Jean, que es el nombre por el que le conoce la afición. El futbolista ha sido despedido del Sao Paulo, club con el que firmó un contrato de cinco años a finales de 2017.

"Sao Paulo recuerda que vestir la camiseta de esta institución también representa unos valores a los que nunca renunciará. El futbolista es un ejemplo para la sociedad: forma opinión e influye en el comportamiento, por lo que debe ser consciente de lo que representa no sólo en el campo, sino también fuera, y por lo tanto, la responsabilidad que conlleva. El Sao Paulo no tolera ni acepta episodios como los que han ocurrido de violencia contra las mujeres", explican en el comunicado.