Los dos jugadores de la selección holandesa, Wijnaldum y Frenkie De Jong, han protagonizado una de las mejores celebraciones que se recuerdan en el fútbol, tras una demostración de igualdad y de enfrentamiento al racismo. 

En el partido que enfrentaba a la Oranje con Estonia, ya irrelevante en la clasificación para la Euro, Wijnaldum convirtió el primer gol tras un gran centro de Promes y se fue a celebrar su tanto a la zona de los banquillos. Mientras todos sus compañeros se abrazaban, los dos protagonistas se acercaron a las cámaras y juntaron sus brazos en señal de igualdad.

La imagen, que ya queda para los anales del fútbol, es una protesta por los recientes casos de racismo que hemos vivido en el fútbol, como el de Balotelli, la selección inglesa o Taison, jugador del Shakhtar Donetsk. También en su propia casa, en Holanda, se pudieron apreciar cánticos racistas en el Den Bosch-Excelsior.