Luis Enrique intenta recuperar poco a poco el ritmo normal de su vida. Poco más de dos meses después de la durísima muerte de su hija Xana de 9 años, el exseleccionador español va haciendo su vida razonablemente normal, refugiándose en sus aficiones y hobbies. Uno de ellos es el ciclismo.

Este domingo, el asturiano ha participado en la Sa Costa Brava, una prueba de montaña que transcurre por la zona del Empordà, Peretallada, Mont-Ras y Palamós. Durante unos 120 kilómetros, los corredores se enfrentaron a desniveles positivos de 1.000 metros y pistas agrestes, de tierra y barro. 

El exentrenador se inscribió con su club, el ArtBike, con el que sale siempre que puede para disfrutar de la práctica ciclista. Tanto en su etapa en activo como ahora, la bici es el refugio en el que encuentra paz ahora que está pasando el trance más duro de su vida, tras varios meses viendo cómo un osteosarcoma iba consumiendo a su pequeña.

Esta ha sido la primera aparición pública de Luis Enrique desde la pérdida de Xana. Para correr, se inscribió en la categoría 'Adventure', con una bici tipo gravel y no le fue nada mal, ya que entró en 7ª posición (mismo tiempo que el sexto) con un crono de 5:40.11.