La delegada territorial de Igualdad, Salud y Políticas Sociales, Teresa Vega, ha destacado la solidaridad, el altruismo y la dedicación de esta pareja, además de hacer un llamamiento a la solidaridad de los jiennenses para participar en esta tarea, durante la entrega de este galardón, donde ha estado acompañada por el presidente de este colectivo, Juan Antonio García.

Esta distinción se ha otorgado en su cuarta edición a la familia formada por Ángel Cruz, Ana Isabel Pedrajas y su hijo biológico de 23 años, que han acogido a 15 niños desde 2010 en cualquier momento, porque lo han hecho para los casos urgentes.

"Este premio nace tras más de una década de dedicación de esta asociación, para reconocer y elogiar a aquellas familias que hayan destacado en su dedicación a esta labor durante estos años, ya que son el pilar básico para que el acogimiento crezca como referente principal de la atención a la infancia", ha subrayado Vega.

Apraf actúa como entidad colaboradora de la Consejería de Igualdad y Políticas Sociales para gestionar el Programa de Acogimiento de Menores en Jaén desde 2006. "El objetivo

es dar respuesta a las necesidades de determinados niños y niñas que no pueden ser atendidos de forma adecuada por sus padres o tutores, a través de la convivencia e integración en otro núcleo familiar donde puedan recibir una atención integral" ha dicho la delegada territorial.

El Plan Estratégico de Fomento del Acogimiento Familiar de la Junta de Andalucía intenta evitar el acogimiento residencial de menores con edades de cero a seis años. Incluye una serie de actuaciones como el desarrollo de campañas de captación dirigidas a colectivos de profesionales y a familias, entre ellos educadores, sanitarios, asociaciones de afectados, universidades, agentes sociales de la comunidad

y ciudadanía en general.

Entre sus principales proyectos se encuentra realizar campañas específicas para menores de siete a 15 años, con necesidades especiales, dirigir las campañas de captación a colectivos profesionales de las ciencias médicas y sociales, concienciar e implicar a los profesionales de los centros en la captación de familias, implicar a los medios de comunicación y a las familias acogedoras en la difusión, y formar a las familias acogedoras para trabajar con los menores sus emociones a través del proyecto 'Viaje a mi Historia'.

El acogimiento familiar es una alternativa de convivencia frente al internamiento residencial, cuando por diversos motivos el niño no puede vivir con su familia biológica. Es una medida complementaria y no tiene como objetivo la sustitución de los padres del menor, como ocurren en el caso de la adopción. Para hacerla posible es imprescindible el compromiso social, la voluntariedad, la colaboración, el altruismo y la solidaridad de las familias acogedoras.

En función del núcleo en el que se produce, puede ser acogimiento en familia extensa, cuando existe una relación de consaguinidad o afinidad de hasta tercer grado con el menor y los solicitantes del acogimiento, o en familia ajena, cuando no existen lazos de parentesco entre el niño y quienes le acogen.

Este acogimiento puede ser simple, de urgencia o permanente, según su duración y necesidades del menor. El primero llega hasta uno o dos años y se realiza cuando está previsto que el niño vuelva con su familia o pase a una medida de protección más estable.

El acogimiento familiar de urgencia requiere una separación inmediata del menor de su núcleo familiar y se pretende evitar su paso por un centro residencial. Es exclusivo para niños de entre cero y seis años, y suele tener una duración máxima de seis meses.

El acogimiento familiar permanente se lleva a cabo cuando no está previsto que el menor vuelva con su familia de origen y por ello es necesaria una mayor estabilidad. En muchos casos se prolonga hasta que el menor alcanza la mayoría de edad o se emancipe.

Las familias acogedoras tienen que pasar, en todos los casos, por un proceso de valoración de idoneidad, pero en los casos de urgencia deben también tener disponibilidad en cualquier momento.